Nos juntamos con Alejandro y Raúl, nos invitaron a conocer desde cerca lo que ellos hacen como artesanos. Descubrimos que Raúl no sólo trabaja la artesanía, sino que también en fotografía; así nos vimos en su taller, ubicado en su casa en el Ayllu de Quitor y que aún muestra señales de las inundaciones del invierno altiplánico del año pasado (2019).
Nos impresiona la resiliencia de los chiquillos que entre hilos, vellones y fieltros nos cuentan como lo perdieron todo y como se están volviendo a poner de pie, la conversación avanza y nosotras vamos dando formas a los materiales dados por nuestros maestros sintiéndonos orgullosas de nuestros avances pero el orgullo duro poco, Alejandro nos mostró los trabajos realizados para la feria de artesanos de la que participan una vez al mes. Al ver las hermosas figuras de aves hechas de vellón multicolores de la zona, nos dimos cuentas que nuestros trabajos eran ¡más que básicos!, con el orgullo herido, pero muy agradecidas acabamos nuestra visita con una nueva invitación pendiente, esta vez a ver las estrellas de este hermoso cielo de San Pedro de Atacama.