Mi llegada a la comunidad de Pisagua fue el día 24 de Octubre del año 2018, llegué en la micro que hace el recorrido desde Iquique a Pisagua una vez al día de lunes a sábado. La bajada desde la pampa a el ex puerto es lenta pero increíble, llena de colores y tonos reflejados en los cerros áridos del desierto mas seco del mundo, la vista desde la altura hacia el océano me recibe con una maravillosa postal, son cerca de las 9 de la noche y la primera imagen de Pisagua es de una grandiosa bienvenida.
Día 1. Comienzo
El primer día en Pisagua es de mucho movimiento, el trabajo en el mar es lo más característico de esta localidad, dejando ya en un pasado lejano su apogeo con la industria salitrera, el buceo es la principal herramienta de trabajo, la pesca con arpón y el marisco los principales recursos extraídos de forma responsable por los habitantes de la caleta, muy alejado de la depredación llevada a cabo por industriales inescrupulosos y los recolectores ávidos de dinero fácil.
Fui invitado a participar de la limpieza de playa llevada a cabo por toda la comunidad, donde pude ver el compromiso que la mayoría de las personas de esta localidad mantiene con el medio que los sustenta.
Durante los días que han seguido, han ocurrido distintas actividades donde he sido invitado a participar. El día 28 de octubre se conmemoró un día trágico no sólo para esta alejada localidad, si no para todo el país, el descubrimiento de fosas clandestinas con detenidos asesinados durante la dictadura cívico – militar en el antiguo cementerio de Pisagua, fue recordado por centenares de personas que llegaron desde distintos puntos, congregándose la mayoría en el memorial erigido a un costado del cementerio alejado a 3 kms. del actual pueblo, o en la plaza de Pisagua, lugar que recibió a la mayoría de los visitantes congregados por un acto público de conciencia y memoria.