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Residencia: Verás un sendero de agua Pisagua - Huara, Tarapacá - 2018 Residente: Claudio Marcelo Bernal Abarza
Publicado: 25 de enero de 2019
Pisagua

Hace 6 años atrás un grupo de pobladores del sector Agüita de la Perdiz en Concepción se me acercó para plantearme un trabajo, se trataba de la confección de un lienzo que recordara la figura de un miembro importante de las Juventudes Comunistas y que era originario de este sector, cuando me relataron su historia me dieron a entender que su imagen era muy importante dentro de la lucha por encontrar la verdad y la justicia a los miles de crímenes perpetrados en dictadura, su nombre era Manuel Sanhueza, aunque todos lo conocían como el Choño Sanhueza. El Choño fue el primer cuerpo encontrado en las fosas clandestinas del antiguo cementerio de Pisagua y su imagen recorrió el mundo como ejemplo de la barbarie cometida durante los tiempos mas oscuros de Chile, desde ese momento me sorprendió la historia de este horrendo lugar, un lugar que sólo podía asociarlo a muerte y miseria.

El año 2018 dentro del programa de Residencias de Arte Colaborativo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se abrió la posibilidad de llegar a este lugar y decidí tomarla, mi pensamiento, al igual que la mayoría, era simplemente llegar al lugar donde la tragedia se hizo patente y en donde lo inhumano marcó para siempre a todo un lugar y a su gente.

Cuando arribé a Pisagua en Julio del 2018 pude ver los restos de muchos trozos parcelados de una historia extensa, y comencé a observar y a comprender el lugar en el que había decidido trabajar, luego conocí a su gente, sus actividades, sus historias y logré establecer confianzas que en un comienzo no había predispuesto, pensé que sería mucho mas difícil, con el pasar de los días y meses comencé a mirar desde otra perspectiva este lugar, y pudimos comenzar a trabajar las historias de los habitantes, el paisaje, los sitios arqueológicos, de memoria, etc… se fue configurando un guión que fue socializado con cada persona con las cuales nos reunimos, fuimos mirando el entorno desde la perspectiva actual y escribiendo desde lo que nos habían dejado, los pobladores de Pisagua se sienten estigmatizados por la mancha de la dictadura y sus horribles crímenes y asesinatos, pero eso no nos detuvo para comenzar a escribir una nueva historia, que no pasa por alto ninguno de los trascendentales episodios que ha tenido que vivir.

Esta historia será nuestra entrega y estará graficada en una publicación con relatos e imágenes hechas por los mismos que habitan esta caleta de buzos, sus historias las hemos perpetuado para que no se siga hablando del sitio de muerte, si no más bien de un sitio rico en vida, historias y ejemplos, en este trabajo de residencia participamos todos, entregando un pequeño espacio de tiempo para escribir lo que vimos, Pisagua me enseñó a mirar y a escuchar detenidamente, a ser pausado y a entender cómo nos hemos ido construyendo, esta bitácora es la última de toda la entrega y la escribo desde un cuarto pequeño, escuchando el viento pampino y agradeciendo a todos los que participaron de esta idea.

Pisagua está en medio de un sendero que conduce al agua, Pisagua está en medio de la búsqueda por la subsistencia y arraigo por la vida y eso es lo que aprendimos.

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