Fue una semana intensa. Veinticuatro vecinos de seis poblaciones distintas del cerro Mayaca fueron entrevistados con grabación de audio, foto y video, por los jóvenes integrantes de la Cooperativa de Relatos para el Portal de Memorias. Otros integrantes se instalaron en la sede Las Praderas a construir y diseñar el Portal. También diseñaron flyers, hicieron difusión en Radio Somos, y gestionaron un permiso municipal para instalarse en la subida al cementerio el 1º de noviembre.
El lunes se hizo una reunión de evaluación. Todos coincidieron en lo sorpresivo que fue el efecto del Portal de Memorias en su primera exposición. La idea inicial era que las personas ajenas al cerro conocieran a los vecinos ilustres y fundadores, además de las historias de cómo los trabajadores del cementerio cuidan a lo largo del año a sus finados. Sin embargo, la gente de afuera no se detenía mucho a conocer la cabina.
Lo que sí pasó, y fuera de todo plan, fue que ocurrieron interacciones inesperadas y tremendamente emocionales entre los vecinos del cerro y el Portal. A pesar de que muchos entrevistados anunciaron que no se acercarían al cementerio (muchos son viejitos, acosados por problemas a las piernas y rara vez salen de la casa), prácticamente todos subieron a conocer la cabina y conectaron con gran sensibilidad con la experiencia de oírse, de verse. De aquí salieron nuevas entrevistas y conversaciones, y especialmente entretejidos intergeneracionales. Los chicxs conocieron a los mayores y a través de distintos formatos artísticos pudieron adentrarse en sus historias de vida, cruzando varias capas de profundidad.
Los cabrxs están entusiasmados. Quieren armar un colectivo artístico local estable. Se plantea sacarle el jugo al Portal, renovándolo y haciéndolo itinerar por la feria Itrofil (de la mesa territorial del Mayaca alto), el cementerio y el Centro Cultural Leopoldo Silva. Y se plantea la participación estable en la radio Cumbre los días sábados. El sol empieza a robarle la atención al río.