Ya han pasado tres días desde que se dio inicio al año 2020, es extraño celebrar lejos de la familia y con los que ahora ya no son extrañxs, sino que amigxs.
Nos encontramos con diferentes representaciones que han ido mostrando la cultura de un territorio que a ratos parece estar dormido. La tradición de quemar “el mono” para el año nuevo nos parece novedosa, nos cuentan que es una tradición antigua que se hace en toda la zona norte desde Arica hasta Coquimbo, pero que en donde es más fuerte es en la región de Antofagasta.
Celebramos con un grupo de mujeres, quienes pertenecen al movimiento de la discapacidad, que conocimos al inicio de nuestra residencia. Ahora al momento de escribir esta bitácora es que nos damos cuenta que en el estar hubo poco tiempo para sacar fotos, las hay, pero son pocas. Creemos que cuesta estar pendiente de captar el momento versus la experiencia del compartir, conversar y soñar despiertas.
Las imágenes que les compartiremos en esta ocasión, son de nuestra austera cena vegetariana y de lo que alcanzamos a graficar de “los monos” uno para quemar y otros quemándose.