Gracias a los vínculos generados por Dubi en la primera visita al territorio, hoy nos acercamos desde el cumplimiento de una promesa, volver y trabajar en comunidad, entendiéndonos como una red humana que se va tejiendo exponencialmente desde la empatía y el compromiso.
Nuestro encuentro con Ester, quien vivió en Curriñe hasta su adolescencia y regresó hace 4 años para trabajar desde la independencia, nos enseñó el valor del deseo llevado al cotidiano, formando una huerta, descubriendo técnicas textiles, apadrinando animales domésticos abandonados, generando recursos con un negocio y ayudando a sus vecinos adultos mayores, entre ellos a la Sra Irma Soto, viuda de uno de los obreros fusilados en la masacre de Chihuío al inicio de la dictadura militar. La unión de las personas se da por pertenecer a un pasado que fue presente un día; aquello hace un colectivo. La presencia de este grupo de personas que nos cuentan y nos hacen imaginar el territorio de curriñe.
Don Alberto “Almazabal”, pionero sindicalista maderero formado en las minas de carbón de Lota, actividad que relata con gran precisión espacial, migró a Curriñe buscando territorios libres para ocupar y trabajar, aportando al desarrollo económico de la zona, nos cuenta de sus estrategias de resistencia territorial como también del dolor de la viudez y el vacío que dejó su ‘vieja querida’, el que se hace presente en su voz quebrada y en el respiro que toma después de una pausa para reanudar la conversación.
Nos encontramos con Marcos, un joven que ha usado su talento en la música para contarnos su visión sobre el vivir, sobre el valor de sus raíces y pertenecer al territorio desde un entendimiento que los pueblos originarios profundizan para potenciar y desarrollar sus creencias. Él, orgulloso nos habla de sus tierras, de su comunidad mapuche y de su protesta que nos hace reflexionar nuestro presente. Nos hace reflexionar que un artista no es solamente aquel que mira, es también quien apunta, aquello que hace emerger el recuerdo, hace del presente un lugar para mirar. Marcos es un músico que usas las rimas del rap para hablarnos sobre WALLMAPU, donde nos invita a participar como lectores de realidad, de cuerpos, de territorios. Un relato para combatir la muerte.
¿Cuál es el tiempo a nuestro alrededor?
El tiempo del recuerdo.