BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Re-cuerpo Futrono - Curriñe, Los Ríos - 2019 Residente: Nathaly Edubina Cano Reyes
Publicado: 29 de diciembre de 2019
La flor más bella 

Expectantes de las experiencias que viviremos en esta residencia, llegamos a Curriñe y recibimos la invitación de nuestro vecino más cercano, don Patricio Mora, habitante originario de este territorio y conocedor de los atajos conocidos por los y las habitantes de Curriñe.  Él hizo de nuestro primer día una experiencia única. Nos llevó a un encuentro con el territorio en una caminata hacia la cordillera de más de 20 kilómetros.

La flor más bella… está en Curriñe, está en sus bosques húmedos con olor a presente y tan vivo como el presente. La flor más bella se camufla con el musgo y la madera; la flor más bella se deja ver y apreciar cuando los rayos de luz solo atenúan su presencia, haciéndola una imagen delicada, un momento de fragilidad… esto es el territorio.

Lo impresionante del lugar se describe como un espacio de biodiversidad en su riqueza natural pura, donde en estos bosques frondosos habitan especies nativas como: líquenes, ulmos, helechos, chilcos, dientes de león, arrayanes, raulíes, lumas, coihues y llantenes.

En cuanto a la fauna presente en la zona y a quienes pudimos observar en el recorrido, identificamos aves como: chucaos, carpinteros, bandurrias, chercanes, golondrinas, queltehues y zorzales.

Después de 3 horas llegamos a un salto de agua, perfecto para descansar de la caminata. Antes de llegar, visitamos una antigua casa abandonada muy cerca de este salto, donde hasta hace un tiempo habitó un ermitaño, quien fue encontrado muerto luego de tres meses, cuando sus parientes decidieron visitarlo desde la ciudad debido a su ausencia. Reflexionamos el valor y el riesgo de vivir tan lejos de la ciudad, pero también lo hermoso de convivir con esa belleza indómita que cubría de musgos y flores los vestigios de su habitar humano.

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