BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Bitácoras de Encuentro (Historias y desplazamientos de Nueva Esperanza) Población Nueva Esperanza - Arica, Arica y Parinacota - 2018 Residente: Claudia Del Fierro
Publicado: 25 de octubre de 2018
Inicio de procesos

Este día ha sido clave para el primer mes de residencia y estamos muy felices. A tres semanas de mi llegada a Arica hemos dado inicio a dos procesos que llevaremos a cabo en Nueva Esperanza.

Son las 9.30 y llegamos al CRA de la Escuela G27. Nos recibe Paola, la profesora a cargo de la biblioteca y con quien colaboraremos en esta primera sesión con el octavo básico. La sala está dispuesta con sillas para ver una proyección y una gran mesa de trabajo. Es un excelente espacio. Entran primero las niñas, ordenadamente se sientan en un lado de la sala y luego los niños, que son más y ocupan el resto de las sillas. Paola comienza la sesión y nos presentamos brevemente. Primero el material preparado por la profe, que planificamos sería una introducción a las nociones de identidad cultural en Arica y Parinacota. Ella es muy dinámica y trae objetos, videos y música. Los jóvenes responden y comentan. ¿Cuáles son los elementos que nos identifican como ariqueños? ¿Qué imágenes tenemos en común? ¿Cómo es nuestro paisaje, nuestra gente? Pienso que es una sesión participativa, más de lo que me esperaba. Luego nos toca a nosotros y comenzamos preguntando nombres y contando sobre nuestra propuesta: armar una brigada muralista para confeccionar el mural que la escuela necesita. Ivo ha traído un fragmento del documental Frente al Muro (que causa sensación) y yo he preparado un diaporama conversado que vincula imágenes del muralismo más clásico con lo urbano, luego nos movemos a imágenes más políticas. Las chicas y chicos escuchan atentos y después de un rato comienzan a hablar. Unos pocos no nos ponen atención, pero pienso que hay bastante interés y concentración. A medida que vamos proponiendo y hablando de imágenes más contemporáneas se genera entusiasmo y chistes. Al final de la sesión nos sentamos alrededor de la mesa para definir si les parece buena idea y qué otras cosas quieren proponer. Algunos quieren pintar y otros armar el registro en video. Terminamos con una votación y es un si al proyecto. El profesor jefe, que además está a cargo de los equipos audiovisuales de la escuela, facilitará cámaras de video. Nos juntaremos la próxima semana para comenzar con dibujo colectivo. Suena el timbre y se acaba la sesión. Nos abrazamos con Paola, hace tiempo no estaban así de contentos, me dice.

Al mediodía nos vamos al Agro a comprar las cosas para la convivencia de la tarde. Hemos citado a los apoderados y familias del Jardín Granito de Arena para las 3pm desde la semana pasada con afiches e invitaciones personalizadas. El jardín nos prestará el espacio de reuniones entre 3 y 5 pm en la semana. Este encuentro es un desafío porque las familias del jardín no se conocen mucho entre sí, no hay cohesión y la participación en actividades es baja. Sin embargo, confiamos en que es una buena forma de llegar a un grupo más amplio de la comunidad porque los niños del jardín tienen hermanos, madres, padres, abuelos y uno de los objetivos del proyecto es conectar a distintas generaciones fuera de los tiempos institucionales. Como no tenemos un espacio donde trabajar, nos sentamos en la plaza mientras esperamos y nos preparamos.

Como a las 4 comienzan a llegar las madres y padres a buscar a los niños. Ya hemos anunciado e invitado personalmente a la actividad y al menos la señora Marta ha confirmado.  Cuando pensamos que no llegará nadie aparecen las madres. Soledad, Judith, Marta, con sus hijos pequeños se sientan a la mesa que hemos dispuesto y comenzamos a conversar. Hemos preparado algo para comer y material de nuestros proyectos anteriores para mostrar.

Pero primero escuchamos, las mujeres se presentan, y se van sumando más. Cuando hay unas 7 personas mostramos fragmentos de algunos videos e imágenes y contamos sobre la invitación a realizar un proyecto con ellas y quienes se quieran sumar. ¿Qué quisieran mostrar al resto sobre la realidad de la comunidad? ¿Quiénes se interesan por el arte? Comienzan a comentar y en este sentido Marta motivó mucho a las demás. Todas trabajamos en el Agro, de alguna forma, comenta. Yo trabajo de mesera en El Roto Pedro o La tía Marga. Mi familia tiene puesto en el patio de los camiones, dice Claudia. Marianela propone que hablemos con más apoderados y hagamos entrevistas. Poco a poco van saliendo ideas y todo apunta a trabajar en el Agro, hacer un documental, grabar los puestos, la hora del desayuno, el movimiento a las 5 de la mañana, que es la hora en que llegan a descargar. Muestro Calapurca, un video corto que realicé con una amiga arqueóloga en la localidad de Nama, Tarapacá, hace una década y que muestra la preparación del tradicional plato. Marianela reconoce el lugar, su familia es de allá. – ¡Podemos mostrar la comida del Agro!, los platos, entrevistemos a la Tía Marga que va a cerrar su restaurant en enero, dice Marta.

Van a ser las 5 y tenemos que ordenar la sala. Algunas tienen que salir apuradas a la casa o volver al trabajo. Pregunto si quieren seguir juntándose, proponemos acordar un día a la semana. Hay quorum, además se viene el aniversario del Agro y podríamos hacer algo ahí- dicen. El miércoles o jueves puede ser un buen día para juntarnos. Quedamos para el próximo miércoles y hacemos un breve ejercicio de escribir las ideas en tarjetas. La próxima sesión intentaremos avanzar y salir a ver las cocinerías, quizás una entrevista. Nos despedimos. Más tarde leemos las tarjetas y hay muchas ideas, personajes, lugares en el Agro para documentar. Espero que podamos seguir.

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