El miércoles se instaló frente al Cecof, la Feria Itrofil, donde muchas organizaciones del cerro tienen su stand, y fuimos invitados a exponer el Portal de Relatos. El traslado desde la casa del marmolero fue un desafío que despertó la idea de que hay que modificar la estructura del portal para que pudiera cumplir uno de sus principales objetivos: itinerar.
El día anterior habíamos promocionado nuestra asistencia a la feria en el programa “Programando la tarde”, de Radio Cumbre. Sin embargo, no hubo mucha asistencia en general. De todas maneras, las personas que se acercaron disfrutaron reconociendo a l@s antigu@s fundador@s y dejaron sus datos para que vayamos a recolectar los relatos de sus fallecid@s. Además, la negra cabina se vio muy linda cruzada por la espalda por el río Aconcagua.
Hace tres meses el Cerro Mayaca salió en todos los diarios del país. El arqueólogo Charles Garceau y su expedición, habían encontrado 20 tumbas y una serie de cerámicas incas en su falda. Y esto es algo increíble porque es primera vez que se encuentran rituales mortuorios y artefactos propios de los incas del Cuzco, es más, de la nobleza. Esto propone que quizás este fue un lugar importante para este Imperio. La historia ya contaba que desde aquí gobernaba Quilacanta los valles centrales de Chile, pero este es el primer descubrimiento de efectiva presencia del incanato cuzqueño en la zona central de Quillota.
Llamamos a Charles y vino desde Viña para reunirse con la Cooperativa de Relatos. La cita fue el viernes en el Museo de Quillota, junto a su directora Pamela Maturana. Montaron sobre la mesa una fila de cerámicas que funcionaron como hitos en su relato de la historia de Quillota. Subieron a la mesa una de las cajas que se acumulaban detrás, abrieron la tapa, y ahí, frente a nosotros, frente a los vecin@s más jóvenes del Cerro Mayaca, tuvimos vértebras, mandíbulas y sacros de los vecin@s más antiguas de los que nunca se ha tenido registro. La colaboración es inminente.