Aprovecho este espacio para presentar el libro de Yayo. El trabajo con Yayo fue realmente colaborativo. Él no solo prestó su obra para ser documentada. Trabajamos juntos todo el proceso, evaluando estrategias para que el libro sea más que un catálogo de dibujos, sino que hable un poco más sobre de la vida de estos primeros pobladores. También acordamos dejar un espacio para que yo me refiriera un poco a la obra del Yayo. Mucha gente ve el trabajo como un ejemplo perfecto de arte naíf. La verdad a mi me carga un poco esa denominación. La encuentro terriblemente paternalista y en esa mirada, bastante despectiva. El texto del prólogo establece la obra de Yayo como un proceso de investigación desde el dibujo, entendiendo cómo esta periferia en la que vive no implica ningún nivel de ingenuidad sobre el propio trabajo. Así, el libro se presenta como una segunda mirada a un corpus de obra hermoso que vive entre los campos de hielo.