BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Contra la amnesia del rigor Tortel , Aysén - 2017 Residente: Francisca Alsúa
Publicado: 24 de septiembre de 2017
Perdiendo el tiempo

Tengo la sensación que esta semana no hice nada. Y quizás del punto de vista productivo, sea cierto. No pasó mucho. Acá en Tortel la semana corta post 18 se movió muy poco, como si fuese una semana de vacaciones. El miércoles acabaron las fondas, pero todo estaba quieto, incluso muchos niños no fueron a la escuela, parecían días para recuperarse de las fiestas. En esa tónica, yo también me tomé la vida con calma. Apurar situaciones acá es como tratar de acelerar el cauce de un río. Probablemente sea posible, pero requiere de un nivel de esfuerzo, ingeniería e inversión tan altos que la verdad, no vale la pena. Acá el pueblo fluye con el río, y la marea ha estado baja toda la semana.

Habiendo dicho eso, lo cierto es que si bien lo único práctico que hice fue reunirme con el Alcalde y finiquitar fechas para una actividad en noviembre, todo lo demás parecía estar en pausa. No grabé la historia de nadie, aún no logro reunir a todos los artistas y artesanos bajo el mismo techo (ojalá el martes lo logre), y he peleado conmigo misma toda la semana escribiendo la introducción para el libro de Yayo, que recién está empezando a tomar sentido. ¿Qué hice entonces? Bueno, no me quedé encerrada en la cabaña leyendo un libro y escuchando la lluvia. Más bien todo lo contrario. Me dediqué a conversar.

Lo que pasa es que la premisa del proyecto es súper simple. Encontrar gente que quiera compartir sus historias, grabarlas y transmitirlas por la radio. Pero no es tan simple encontrar gente que quiera participar. Porque no me conocen. Como el programa aún no parte, no saben bien de qué se trata, ni cómo funcionará. Entonces, si bien recorrer el pueblo de mate en mate parece como una gran vacación, lo cierto es que es una necesidad (agradable, pero necesidad al fin y al cabo). La confianza se gana y es mucho más rica la conversación grabada una vez que las personas ya te conocen y se empiezan a virar un poco de la narrativa típica. Toma colores más personales, y al ser este un trabajo de memoria, no de historia, lo enriquece.

Y así se me fue la semana. La mejor parte fue el viernes, cuando entré a la radio a las 11 AM a dejar unas grabaciones y salí a las 4. Nunca supe qué pasó, y claro, hablamos de cualquier cosa menos del proyecto. Es que en trabajos así, esas son las instancias que importan: las de verdaderamente conocerse y reconocerse en los demás. Creando vínculos gratuitos (sin agenda) y recíprocos, solo por el interés mutuo.

No había subido fotos de la radio, acá va una del Capitán de Puerto dando unos mensajes a la comunidad. Además, aprovechando lo que fue un día y medio con poca lluvia, van un par de fotitos del sendero del Cerro Bandera, que une la rotonda de Tortel (donde llegan la carretera) con el sector de la playa (al final del pueblo), pero por la ladera que mira hacia el Baker.

« Ir a residencia