El señor Campbell vive en una de las casas más antiguas de Tierra Amarilla, de hecho, le han solicitado transformar su hogar en un museo, ante lo cual se ha negado debido a la falta de privacidad que eso significaría.
El cerro de las casitas fue un hito que también nos mencionó María Teresa (voluntaria de la parroquia), ese sector al parecer correspondía a un asentamiento colonial donde los estudiantes iban a realizar excursiones y actividad física, según ella nos comenta.
Para el señor Campbell estas construcciones fueron devoradas por la gran minería y sus estériles, que poco a poco fueron absorbiendo “las casitas”. Nunca existió un plan de protección patrimonial que impidiera el avance y destrucción del sector, actualmente lo que queda son algunos vestigios que son posibles de ver desde la zona urbana de Tierra Amarilla.
El memorial se encuentra ubicado en la reja perimetral de un taller mecánico que colinda con el cerro de “las casitas”, desde este emplazamiento es posible visibilizar los vestigios.