Durante estos días nos hemos enfrentado a una comuna donde circulan constantemente camiones y camionetas con trabajadores de las minas que generalmente acosan a las mujeres lanzándoles besos, silbándoles o lanzando frases incómodas.
Existen los grupos de hombres que algunas mujeres le llaman “los salmones” (por su chaqueta de seguridad color salmón), ellas nos han comentado lo incómodas que se sienten al pasar frente a ellos.
Siendo mujeres y foráneas, además, nos hemos enfrentado al acoso callejero. La plaza es un espacio dominado por los hombres y es inusual ver a alguna mujer sentada o haciendo uso de este espacio.
El machismo en Tierra Amarilla es un tema instaurado, se habla sobre la incomodidad en la relación hombre-mujer, pero no se han hecho programas o actividades que toquen este tópico. Si bien uno de nuestros objetivos es empoderar a las mujeres de la comuna en el uso de los espacios comunes, surge la interrogante ¿cómo establecemos un diálogo cordial entre ellas y los hombres del sector?