Después de estar un mes solos, solicitamos refuerzos. Al comenzar a acostumbrarnos al lugar necesitábamos a alguien que nos volviera a poner en perspectiva el trabajo que estábamos realizando aquí. Le habíamos pedido al artista visual Javier González Pesce que viniera a trabajar con nosotros durante una semana para que nos ayudara a cerrar la propuesta de escultura para la plaza nueva. Llegó muy entusiasmado a colaborar con nosotros y rápidamente comenzamos el trabajo en la Escuela y logró captar la atención de los niños. Después Javier les contó sobre su trabajo y las obras que ha realizado en una breve presentación personal en las cuales se consideran las idea de monumento y la materialización de identidades, así como nociones culturales a través de el trabajo escultórico. Posterior a esto Javier les mostró una presentación en donde les señaló qué es un monumento, y diferentes ejemplos en Chile y el mundo. Los niños estaban asombrados y divertidos por la variedad de formas y concepciones, ya que en la presentación se mostraron ejemplos tradicionales y emblemáticos, como el monumento a Diego Portales, así como también algunos más lúdicos y abstractos, como el Patito de goma de Quinta Normal. Terminamos esta actividad contándoles a los niños sobre nuestra idea de erigir una escultura o monumento en la nueva plaza de Colmuyao y que necesitábamos sus ideas y colaboración para pensar en qué formas o sobre qué cosa hacerla y que volveríamos al día siguiente a hacer una nueva actividad para que nos contaran las cosas en las que habían pensando. Quedaron entusiasmados y comentado ideas que ya se les habían ocurrido.
Al día siguiente nos volvimos a reunir y llevamos diferentes materiales para que le dieran forma a las ideas que se les habían ocurrido para la escultura de la plaza nueva. Algunos tenían muchas ideas y se les hizo muy fácil pensar en las posibilidades, otros estaban más dubitativos y les costó comenzar. Para aquellos que no sabían muy bien qué hacer hicimos entre todos una lista de ideas generales en el pizarrón, hablamos sobre el significado del nombre del pueblo, sobre las cosas que veían siempre estando acá y sobre las historias y mitos que rodean el mar y la naturaleza del sector. Al terminar la actividad se mostraron los resultados y todos estaban divertidos por las diferentes propuestas.
Ahora nos encontramos en el proceso de llevar estos resultados al resto de la comunidad para mostrar las ideas de los niños y nos ayuden a complementarlas para convertirlas en la escultura de la plaza nueva. En esta segunda fase debemos trabajar con los adultos para darle vida a esta idea. Creemos que el cruce que vincula a los niños de la escuela con los adultos del pueblo puede ser tema suficiente para un monumento en sí mismo, por lo que en realidad la idea de hacer a los niños pensar en formas se vuelve un pretexto para visualizar las diferentes formas en la que Colmuyao se piensa a sí mismo.
A partir de esto entendimos también que ahora tenemos un nuevo desafío: hacer que los adultos colaboren con nosotros.