Desde mi llegada a la localidad, comencé a acompañar al Taller de Fotografía del Liceo Técnico Profesional Colchane durante sus sesiones semanales, primero como observadora y luego apoyo a nivel técnico, de acuerdo a las preferencias de Camila, profesora responsable del grupo.
Actualmente participan en el taller cinco niñas de diferentes cursos del establecimiento. Sus nombres son Sandra, Keyla, Tania, Jheniffer y Abigail, y todas forman parte del primer ciclo de enseñanza básica.
Junto a ellas, comenzamos a coordinar salidas a terreno, y también creamos un logo del taller, con el fin de compartir una imagen representativa. Después de un par de sesiones en torno a este trabajo, finalmente el diseño elegido fue el de Joaquín, hermano menor de Keyla, quien no forma parte del taller, pero quiso participar de dicha actividad, y desde entonces también asiste a algunas jornadas en sala.
Una vez terminado el logo y entregadas las credenciales, nuestra primera salida a terreno fue hacia Caraguano.
Caraguano es una localidad ubicada a unos 30 km de Colchane, en la misma ruta de Escapiña e Isluga, y el parque nacional volcán Isluga. Demoramos alrededor de una hora en llegar en un vehículo particular, propiedad del profesor de música del mismo establecimiento, Víctor, quien amablemente nos acompañó también ese día.
Caraguano tiene la particularidad de ser un pueblo que pasa la mayor parte del año deshabitado. Según me contaba Camila, sólo vive una persona, quien es el fabriquero de la iglesia, y también pariente de Sandra. Lamentablemente no pudimos avisarle de nuestra visita porque no utiliza teléfono celular. Al llegar lo buscamos, pero finalmente no tuvimos la oportunidad de conocerlo, ya que el pueblo estaba completamente solo.
Una vez ahí comenzamos a recorrer, investigando el lugar y también poniendo en práctica diferentes aspectos técnicos básicos de la fotografía. No obstante, la parte esencial de la salida era que las niñas tuvieran un espacio de recreación fuera del colegio y el horario de clases.
A partir de las apreciaciones de ellas, también otros niños y profesores del establecimiento, he notado las escasas instancias diarias de esparcimiento que tienen. Esto ocurre principalmente porque tienen que viajar constantemente desde sus hogares hacia la escuela y viceversa, y además muchos de ellos también llegando a casa deben ayudar con labores domésticas. Además, durante las tardes, el clima comienza a enfriar y el viento hace difícil cualquier práctica al aire libre.
Por lo antes descrito, este taller cobra gran importancia para las niñas, y junto a la profesora Camila, nos hemos enfocado justamente en la idea de salir a recorrer con el grupo y compartir dichas experiencias por medio de las imágenes, con énfasis en la difusión de manifestaciones culturales locales y patrimonio cultural inmaterial.
Esperamos poder realizar al menos una exhibición del material que recopilemos durante estos meses, y también, elaborar juntas una publicación para ampliar la difusión de este trabajo en proceso.