Han sido días extraños. Volver es raro. Por una parte una vuelve a la ‘realidad’, pero por otra, al estar constantemente haciendo informes y rendiciones y finalizando productos, la verdad es que la residencia parece no haber acabado aún. En este contexto, me gustaría dedicar esta última bitácora a la Señora Gloria Nahuel. La Sra. Lola fue de las primeras participantes del proyecto. Buena pal mate, para conversar en la pasarela e invitarme a su casa. Una persona que me brindó un cariño y confianza enormes, desde el principio del proyecto, sin dudar nunca ni de mí ni de los propósitos del mismo. La Sra. Lola falleció ayer, y por más pena que me dé, estoy agradecida de haberla conocido, de que haya compartido su historia conmigo, y también agradezco haber estado ahí, porque ella era alguien que necesitaba contarla. Lo único que lamento es no poder acompañar a su familia hoy y traspasarles el cariño que ella me entregó.
Sobre lo que aún no termino de la residencia: Estos videos son lo último de lo último. Son 2 videos que hicimos con Damir –el invitado audiovisual- sobre la escultura Joven Artesana Qaweskar de Augusto Hernández. Hay una versión corta –tipo teaser viral de internet- y una más larga. La larga dura solo 5:30, y la recomiendo muchísimo más.
Lo bonito de hacer este trabajo, fue que a la larga se convierte en un guiño a toda la riqueza que no fue parte del trabajo con las mujeres. Me refiero al talento y trabajo de los artistas y artesanos locales, a la herencia olvidada –y en proceso de casi rescate- de la cultura Qaweskar, pero por sobre todo a lo que es la relación que los Tortelinos tienen con su entorno. Me explico: si bien son una caleta maderera, el ciprés que extraen es ciprés muerto. Quemado durante los incendios de la Patagonia en los ´40. Ya queda poca madera y están teniendo que cambiar el rubro, pero históricamente han sido un pueblo con una estructura económica armónica con el medio ambiente.
Debido a su localización geográfica (un fiordo entremedio de Campos de Hielo Norte y Sur), Tortel se encuentra en un área de riquezas naturales incomparables. En años recientes, fueron la raíz y cara del movimiento Patagonia Sin Represas, lograron impedir el ingreso de salmoneras al fiordo, y están a punto de lograr declarar el mismo como área marina protegida. De los grandes desafíos a futuro –y los pobladores lo saben- es la regulación de la extracción de agua/hielo desde los mismos ventisqueros. Es decir, están en la primera línea de fuego de la defensa de un recurso vital que en Chile ya es un bien de consumo, y que probablemente será un tema de contención en un futuro más cercano que lejano.
El trabajo de Augusto y su contextualización, hacen un guiño a todos estos temas, increíblemente contingentes en la realidad tortelina, pero que no se pudieron abarcar en la residencia porque es imposible abarcarlo todo. Así, con este guiño a lo que no se pudo hacer, pero que no se puede pasar por alto, concluyo el proceso hermoso que resultó ser esta residencia.