El día 20 de noviembre llegó a Pisagua uno de los colaboradores de nuestro proyecto, Walter Blas nos ayudará a retratar a la mayor cantidad de personas de la caleta y con ello configurar un álbum fotográfico que armaremos en conjunto con los vecinos, hasta hoy la magia del ejercicio fotográfico visto y experimentado por la comunidad ha resultado una buena forma de congregar y reconocernos. Walter utiliza variadas técnicas de fotografía análoga y para ello ha construido sus propias cámaras que fueron presentadas y explicadas en una reunión con algunos interesados y que luego se fueron transformando en muchos colaboradores activos.
El entusiasmo por parte de los vecinos de Pisagua en ser retratados y poder retratar a sus familias, amigos o compañeros, me permitió establecer otro vínculo con los pisagüeños, desde el reconocimiento de nuestras propias imágenes, de nuestros rostros, nos fuimos comprendiendo y entregando sabidurías, confianzas e historias de vida.
Cada día me siento más comprometido y vinculado con el contexto del lugar, mientras Walter recorre los pasajes de Pisagua con sus máquinas mágicas, yo sigo reconociéndome en la historia de Pisagua y sus habitantes.