Hoy al llegar a la villa nos encontramos con la sorpresa que no somos los únicos “afuerinos”, llegó un grupo de extranjeros para ayudar a construir un par de piezas a la señora Rubí.
Rubí es una vecina que vive frente a la sede, por mucho tiempo tratamos de hablar con ella pero no la encontrábamos ya que trabaja todos los días desde muy temprano y llega después de las 19 horas a su casa. Lamentablemente es sola y debe dejar a sus hijos solos en su casa, a veces le ayuda su hija mayor con el cuidado de sus hermanos, Clara, que vive en otra casa y tiene un bebe de pocos meses.
Las personas que llegaron son parte de la ayuda de una fundación que apoya a los niños con asperger, ya que uno de los hijos pequeños de Rubí tiene este síndrome, van a construir 2 piezas en la casa y tienen una semana para hacerlo. Dentro de la comitiva hay australianos, estadounidenses, personas de Serbia y chilenos, sin duda un acontecimiento en la villa.
Por fin logramos conversar y conocer directamente a Rubí. Nos impactó su fortaleza y sentido del humor, está muy agradecida, además nos comentó que estaba al tanto del trabajo de nuestro colectivo y que por motivos razonables ella no podía participar activamente de todo lo que estaba ocurriendo.
Estamos contentos por ella y esta pequeña ayuda que sabemos que será de gran importancia para ella y sus hijos.