BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: La sed de la tierra Llay Llay, Valparaíso - 2018 Residente: Colectivo YY (Yachachinakuy)
Publicado: 26 de diciembre de 2018
Caminata botánica

Esta semana nos reunimos junto al grupo de amigues y colaboradores de la residencia, para realizar una exploración botánica en el cerro Alto Llay Llay. Para esta ocasión, uno de nuestros amigos se ofreció a relatar la experiencia:

Toda mi vida viviendo en el mismo agujero, rodeado de lo mismo. Ojalá pudiera lograr percibir todo eso, pareciera que lo escondiera un prejuicio; «no, si estos cerros están toos pelaos». Lamentablemente, ahora sí sabemos que es realmente un cerro pelado, deforestado, aquel que devastaron con una crueldad que solamente ciertos seres percibieron como la aniquilación de su hogar. Y bueno, aquí estamos, envolviéndonos de la vida que muchxs ignoran, justamente por eso salimos de la urbe: a aprender a sensibilizarnos. 

Nos juntamos en el cementerio (ni ahí hay tanta muerte como la que hay debajo de los paltos), se sentía la curiosidad en cada unx de nosotrxs, de repente todxs queríamos ser botanicxs y saber exactamente qué estábamos mirando, para qué servía, si era nativa o introducida, etc. Caminamos una buena distancia, logrando identificar varias especies de la flora típica que se encuentra en las laderas secas: guayacanes, espinos, pingo pingo, colliguay, salvia, huingan, entre otros. Cada especie con una figura especial que la identificaba, me encantó ver a todxs tan interesadxs en aprender y memorizar sus apodos. Si tan solo fuera más gente la que las valorara el paisaje sería completamente diferente.

A mi parecer estar en el cerro y más encima reflexionando con amigxs es algo que aprecio demasiado, trabajar por ser individuos más conscientes, compartiendo conocimiento, intentando volver a nuestras raíces.

Pedrogo.

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