BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: La sed de la tierra Llay Llay, Valparaíso - 2018 Residente: Colectivo YY (Yachachinakuy)
Publicado: 18 de noviembre de 2018
Digna acción

El día miércoles en la noche corría la noticia del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca perpetrado por el Comando Jungla en Ercilla. Se sentía la angustia, el dolor en el pecho, la rabia colectiva. Esa noche nos llegó información de una actividad en memoria por Camilo, convocada por organizaciones mapuche del Valle de Akonkawua para el día jueves en la mañana en San Felipe. Partimos el día jueves para allá y registramos parte de la actividad en la plaza, donde pudimos conocer también a distintas personas de organizaciones sociales y mapuche del Valle.

En la tarde volvimos a Llay Llay donde ya se estaba creando el ambiente para la marcha convocada a nivel nacional en contra de las Zonas de Sacrificio. La Coordinadora Cerro, Vida y Resistencia hizo un llamado local a movilizarse también en Llay Llay. La actividad comenzó con una concentración en la plaza El Ancla, donde llegó gente de distintos sectores como Catemu, Santa Teresa, El sauce, entre otros. También se hizo un acto por la memoria de Camilo Catrillanca, Alejandro Castro, dirigente social de Quintero encontrado muerto en octubre de éste año al igual que la activista medioambiental, Macarena Valdés el 2016. En ambos casos aún no se esclarecen los responsables.

Invitamos a la agrupación de haitian@s a hacerse parte de la actividad, con la intención de acercarlos al conflicto medioambiental que habitan los llayllaínos y crear algún puente entre las comunidades. Se hicieron presente dos, interesados en comprender la manifestación y lo que sucedía en relación al pueblo mapuche, se sumaron a la marcha y cargaron un lienzo con el nombre de Camilo y Alejandro. Mientras marchábamos por la avenida principal recorriendo la plaza, se sumaba gente en el camino, distintos lienzos con consignas frente a la deforestación y devastación de los cerros irrumpía la cotidianeidad del pueblo, a les que les tomó por sorpresa observaban orgullosos y aplaudían. Llay Llay despertaba frente a una manifestación necesaria y urgente.

Finalizamos la jornada con una velatón por Camilo en la plaza, conversando con los hermanos haitianos y amigues de Llay, donde se generó un ambiente muy amistoso, de encuentro e intercambio de sentires y vivencias en torno a las distintas problemáticas que se enfrentan en el pueblo. Al caer la noche, después de este intenso día, se nos enciende una pequeña llamita de esperanza, percibimos como se teje lentamente la urdimbre aquí en Llay Llay, una red de apoyo mutuo existe y es capaz de enfrentar el dolor y la impotencia frente a las atrocidades que se cometen día a día en Wallmapu y en todos los territorios. Transformar la rabia en acción, en acción organizada y redes fraternas entre cuerpos y territorios que sufren la indolencia del estado y las más descarnadas violencias por parte de los mismos opresores. La única alternativa sigue siendo la acción, la digna ACCIÓN.

Amaranta.

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