El domingo terminamos de dar forma a los espacios de trabajo, pero nos dimos cuenta que nos preocupamos sólo del interior y al patio teníamos que darle un uso. Fuimos a comprar malla raschel y la pusimos con alambres, fue un trabajo duro . Regamos las plantas y poco a poco vamos tiñendo de verde el cielo para “capear” el sol. Entre el verde de la malla, los cactus, y las plantas, el espacio se va haciendo más amable para el desarrollo de la residencia. Llenaremos de verde y el desierto se encargará de llenar de color con sus flores únicas.