Encontrar casa en arriendo en Alhué fue toda una odisea, ya que, por ser zona minera, son escasos y muy caros los arriendos de inmuebles, más aún si son amoblados. La primera vez que estuvimos en Alhué en la visita a terreno recorrimos el pueblo, buscamos avisos y contactos, pero sin mayor éxito. Gastón, un amigo alhuino publicó un aviso en un grupo de Facebook y rápidamente me contacté con Carlos quien tenía su casa en arriendo, al día siguiente viajé a Alhué desde mi pueblo San Vicente de Tagua Tagua para ver la casa y cerrar el trato, ya que, la casa cumplía con mis requerimientos. El trato con el dueño fue pagar los 4 meses en forma simultánea (2 millones de pesos), y así conseguir una rebaja sustanciosa del valor total. Una vez hecho el depósito completo en la cuenta personal del arrendador comencé a exigir el contrato de arriendo, pero en este lapsus de tiempo el arrendador solo daba excusas para no hacer el trámite. Un día llegaron dos pacos motorizados a la casa y me preguntaron si era en esta dirección en donde don Carlos tenía problemas con los arrendatarios…fue allí donde comenzó el martirio…
Cuento corto, el dueño de la casa (Carlos) en varias ocasiones se metió a la casa sin mi autorización cuando yo no estaba y casi cuando estábamos por cumplir el primer mes de arriendo llegó un día a pedirnos la casa aduciendo que no la estábamos cuidando como correspondía…
Ya los locales que participaban de la residencia me habían advertido que tuviera cuidado con dicho personaje, ya que, tenía fama de echar a sus arrendatarios y no devolverles el dinero del arriendo…practica que también realizaba su esposa con sus arrendatarios. Frente a tal situación mi equipo de trabajo redactó una declaración jurada simple para obligar a Carlos a devolver íntegramente lo que restaba del arriendo…en buenahora ya que, le hicimos firmar el documento con su huella digital, a parte de recordarle que son fondos estatales.
Fueron semanas tensas, con incertidumbre, pero con el apoyo de los y las participantes de la residencia encontramos una nueva casa, nos ayudaron a cambiarnos y nos apoyaron en el proceso de la devolución del dinero por parte del abusador. La encargada de cultura de la municipalidad me llamó y me ofreció ayuda legal en caso de que se complicara la situación…la cuál no fue necesaria gracias a la presión de la comunidad, ya que los hechos en un pueblo chico rápidamente fueron noticia.