Por suerte, Villa Alhué queda a solo 46 km de mi pueblo San Vicente de Tagua Tagua, por ende, mi familia me visita a menudo, haciéndose parte de los distintos procesos de mi residencia en el territorio. Mi madre Ximena asimila el paisaje camino a Villa Alhué al paisaje de La LLavería, sector cercano al actual Parque Nacional Palmas de Cocalán en cuya única escuela rural mi madre en los 80 fue única profesora, directora, manipuladora de alimentos, cumplía tareas de aseo y ornato y más encima con dos niños de menos de 5 años a quienes tenía que criar en la más profunda inmensidad y soledad del campo…super aperrada mi madre, la amo.
Mi hermano Cesar viaja cuando puede a vernos desde Santiago, con su brazo malo después de un accidente en bicicleta, viene a apoyarnos en lo administrativo y tecnológico, y a veces también pinta en el muro. Mi hermana Daniela y su pareja Richard participaron de un par de jornadas de pintura mural colaborativa y mi hermana Ximena, su pareja y mi sobrino Benjamín también vinieron a conocer el territorio, por ende los llevé a los puntos emblemáticos para la comunidad como el Cementerio de Piedras en las faldas del Talami, al comienzo del Santuario de la Naturaleza San Juan de Pichi, al poblado del Asiento, al centro de Villa Alhué y su Museo que la verdad es un lujo, contiene verdaderos tesoros arqueológicos como vasijas intactas de la Cultura Nazca ( 100-800 D.C. ) encontradas en el territorio, una de las 27 Tablas Rongo Rongo de Rapa Nui (400-1200 D.C.) repartidas por el mundo, una obra del ilustre pintor Alhuino Onofre Jarpa Labra (1849-1940), tesoros cuya comunidad exhibe con orgullo en un edificio que también es Monumento Nacional.