Juan también nos facilitó durante el proceso inicial de creación de un banco de imágenes de la naturaleza de Villa Alhué, una imagen de una yaca que encontró cerca de su casa, de cola gorda, ojos y orejas gigantes, animal que nos recuerda que hace millones de años atrás la actual Nueva Zelanda y Australia estaban unidas a nuestro continente, ya que los únicos marsupiales tienen el mismo origen, la Pangea. La yaca habita nuestro territorio desde tiempos remotos al igual que el monito del monte de hábitos nocturnos, marsupiales en serio riesgo de desaparecer. Varias veces los locales nos contaban historias y cuentos relacionados a la naturaleza local, como el enigma de las palmeras chilenas que nacían unidas en el campo y que luego se descubrió que era producto del acopio de semillas por parte del intrépido cururo, roedor nativo de esta zona del territorio y cuyo nombre en lengua Mapuche se usa para referirse a las personas de piel morena. Los ancianos de un hogar cercano al mural se emocionaban cada vez que nos compartían sus historias relacionadas a la memoria de la naturaleza y a nosotros nos llenaba de impotencia al ver que la realidad cambió producto del actual extractivismo del territorio, del poder del capitalismo y la corrupción.