Luego de un proceso de recolección y escaneo de imágenes, creación de distintas propuestas para el diseño de fondos del tercer plano del mural y tomando en cuenta la opinión de los autoconvocades, se fueron definiendo los y las protagonistas del mural en razón a las imágenes que la comunidad tenía más presentes en sus memorias y relatos de cómo era el ecosistema local antes de que el río se secara. La comunidad aportó imágenes del humedal que circundaba el río Alhué, de la alta biodiversidad de especies nativas y endémicas, de bosques y paisajes milenarios que se conservaban gracias a las condiciones de aislamiento, de las montañas circundantes completamente nevadas y otras imágenes que ahora ya son solo recuerdos.
Nataly la profesora de arte del Liceo, principal motor del desafío comunitario y portavoz de la comunidad que participó de la residencia dijo:
(…) “Surge la necesidad imperiosa de manifestar a través del arte lo que está pasando con nuestro ecosistema, con nuestra naturaleza… de volver al origen finalmente y rescatar y poner en valor todas las especies que están acá en lo local. Queremos recuperar a través de lo gráfico una memoria que desconocemos de la naturaleza. Nos interesa de sobremanera entregar códigos, metáforas y simbolismos a través de lo gráfico y que las personas que pasen por acá por la calle puedan tener acceso democrático al arte y entender que el arte es un medio de comunicación muy importante para todos y todas.” (…)