Luego de semanas más lentas por las fiestas y ya realizado el taller con lxs niñes, retomamos la difusión del Malón con toda la energía, repensando nuestras estrategias para lograr que todos y todas se enteraran del evento.
Como costumbre, seguimos compartiendo el flyer de los diferentes whatsapp, pidiendo esta vez que personas de confianza aportaran insistiendo entre sus contactos. Se generaron dos comisiones para la organización, de comida y de montaje de las archivatones y decoración, imprimimos flyers, volantes, y llamamos a los agentes y cultores importantes de la comunidad para invitarlos directamente. O sea, buscamos cubrir todas las dimensiones posibles, pensando siempre las grandes limitaciones que son las distancias y disgregación territorial que identifica a Ensenada.
En ese contexto, Mario Benavides, recién llegado a vivir a Ensenada con su familia supo de nosotras y nos propuso junto con Omar, una estrategia que superó nuestras expectativas: ocupar su camión de bomberos dado de baja para hacer un pasacalle por las diferentes poblaciones.
Salimos en el camión junto con niñas y niños de la Villa Los Volcanes con los que hemos compartido, nos conseguimos un parlante inalámbrico, y partimos a dar vuelta por las poblaciones. Decoramos además el camión con telas de colores y amarramos a Lucy, nuestra amiga marioneta que nos acompañó en el taller. Mientras dábamos el aviso como circo de pueblo, entre risas y la alegría compartida, entregamos volantes y Lucy saludaba a los pasantes. Fue una de las experiencias más hermosas e inesperadas.
No olvidar la radio y canales formales
Contactamos al departamento de Cultura de Puerto Varas quienes nos aportaron rápidamente. Salió una entrevista por la radio local y se compartió la invitación por sus canales. De pasada, invitamos especialmente a Víctor Hugo Iribarra, su nuevo encargado.