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Residencia: Texturas de Volcán Puerto Varas - Ensenada, Los Lagos - 2019 Residente: AColectivo
Publicado: 4 de enero de 2020
Preparando el cierre: un gran Malón vecinal Cultural

Luego de los archivatones, se nos acercó Kathy y Janette, amigas que trabajan en un bar restaurante local y principal centro de reuniones, para proponernos hacer un archivatón- malón. Cómo ellas lo pensaron… la comida podía ser el mejor gancho y un elemento cultural local más reconocible. Así nace la idea de hacer del cierre de la residencia un gran malón vecinal y cultural, junto con una exposición de las diferentes acciones de la residencia.

 

Primera reunión: ¿qué vamos a cocinar?

Creamos un grupo de whatsapp  junto a las chicas y fuimos sumamos a varias amigas motivadas y amantes de la cocina. Nos reunimos por primera vez para imaginar este encuentro y compartir ideas. A partir de nuestra meta de cocinar de forma colectiva durante el malón, surgió la idea de hacer talleres de comida para niñas, niños y sus familias. Pensamos en dos horarios y dos tipos de comidas fáciles de cocinar y entretenidas. Quedamos todas con tareas: conseguir horno eléctrico, moldes de galletas, tinturas naturales, alguien que nos ayude a trasladar las cosas, y conocidos que quieran tocar durante el malón (tarea que se está viendo compleja).

 

Taller Arte & Naturaleza: químicos y soportes, telas y papeles para emulsionar 

El taller- laboratorio lo planificamos en tres días continuos. La actividad central fue el trabajo con cianotipo, técnica de emulsión fotográfica en base a químicos fotosensibles que producen una imagen color cian (de ahí el nombre) y una copia negativa. Utilizaremos para este taller matrices recogidas en la excursión al bosque el primer día de trabajo, como ramas, plumas, tierra, etc.

 

Nos propusimos trabajar con esta técnica antes del inicio de la residencia, tomando un taller junto a Catalina de la Cruz. No es una técnica fácil, requiere muchas etapas y condiciones ordenadas para cumplir con los procesos. En sencillo, llegaba ya el día de ponernos a prueba, con algo de nerviosismo si lograríamos algo así de ambicioso con la dificultad adicional de trabajar con niñas y niños de diferentes edades.

 

Contábamos que estuvo de visita la familia de Antonia, incluyendo su cuñado, Luis Navarro, artista y fotógrafo, quién nos apoyó a hacer las pruebas necesarias y entregarnos la tranquilidad que necesitábamos. Fue fundamental su ayuda y la de Magdalena, hermana de Antonia.

 

Preparamos los químicos la noche anterior y transformamos el pequeño baño de nuestra cabaña en un laboratorio con todo lo necesario. Teníamos listas las telas selladas y papeles, y la mesa con un vidrio que nos aportó un amigo del tamaño necesario para proteger los soportes.

 

¡La magia funcionó! pusimos los soportes con texturas naturales que recogimos, y después de algunos minutos al sol comenzó a aparecer la proto-imagen, que luego con agua se reveló ante nosotrxs. Pudimos descansar tranquilas sabiendo que el taller funcionaria, que lxs niñxs podrían experimentar la maravilla de pintar con luz.

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