BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Agua, Transito y Memoria Colina - Lampa, Región Metropolitana - 2019 Residente: Organización Comunitaria y Cultural La Finca
Publicado: 26 de febrero de 2020
Mitad del camino

Por estos días junto a las vecinas y vecinos que participan de nuestro encuentro semanal nos dedicamos a preparar una deriva con dispositivos de registro para la próxima semana por Villa Esperanza. A principios de enero tuvimos una deriva por el sector con una de las vecinas. En ese momento tuvimos la oportunidad de conversar, de recorrer, hacer registros y también nació la idea de realizar alguna actividad en conjunto en la villa. Al pasar las semanas nos continuamos reuniendo con Polonia y Paty nuestras amigas y colaboradoras de Villa Esperanza, en esos encuentros estuvimos reflexionando sobre la actividad a realizar. Por una parte estaba la idea de hacer algo específicamente para niñas y niños. Luego profundizando un poco más llegamos a la conclusión de que sería interesante organizar un encuentro transgeneracional. Por lo que hemos podido observar en nuestra experiencia en trabajo comunitario, generalmente faltan espacios de reunión, donde puedan compartir personas de todas las edades. Por lo general las actividades se sectorizan en rangos etarios similares.Es por eso que resulta muy interesante para todas y todos realizar jornadas de este tipo. En instancias de carácter similar en otros contextos uno de los comentarios generalizados expresados por las y los participantes ha sido el que les ha gustado la complicidad generada entre el grupo; y nosotros hemos observado que se rompen un poco las barreras generadas por las diferencias de edades.

 

En esta ocasión la deriva comenzará en la sede de la Villa Esperanza, el recorrido será propuesto por las mismas vecinas y la idea es terminar con una once comunitaria para que podamos compartir impresiones y reflexiones sobre la actividad.

 

Por otro lado vamos en la mitad de nuestra residencia en el territorio, comenzamos a fines de diciembre cuando el verano estaba casi recién comenzando, se sentía un letargo producido posiblemente por el calor y por las vacaciones. Varias de las actividades que se realizan habitualmente durante el año en el patroncito cumplieron su ciclo anual y en el verano dejaron de realizarse, habia menos gente transitando por el centro cultural. Ahora ya todo va tomando su cauce más o menos habitual, también se empiezan a caer las hojas de los árboles y las noches ya no están tan cálidas como hace algunas semanas.

 

En otro ámbito se siente una expectativa en el aire, estamos todas y todos muy pendientes de todo lo que está sucediendo. Por ahora nos preparamos para sumarnos a las actividades que han programado las vecinas para el ocho de marzo, esperamos poder acompañarlas en otras convocatorias que organicen.

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