Hace unas semanas hablando con Dalila, la directora de la escuela Epson, descubrimos que hace un par de meses crearon una comisión entre profes para trabajar con los archivos de la escuela para posiblemente mostrarlos a final de año. Qué nos han dicho! Nuestra fascinación y valoración por los archivos y la memoria no tiene límites. Inmediatamente nos ofrecimos para apoyar el trabajo que han estado realizando, especialmente ahora que, gracias a los archivatones, nos hemos dado cuenta que la escuela es el lugar más valorado por las y los ensenadinos, y en donde todas las historias locales se cruzan.
Lo primero, conocer la comisión e intercambiar expectativas y herramientas personales. Ya con una visión en común fuimos con Carmen Gloria, la encargada del PIE de la escuela, a la bodega donde están todos los archivos. Nos encontramos con libros de registros desde el año 1945 hasta el 2018, una campana, fotografías, letreros, certificados, y cartas de los apoderados justificando la inasistencia de sus hijos entre los libros de asistencia. Nos maravillamos con las cartas escritas a mano en papeles ya transparentes y amarillentos, y al mismo tiempo nos produjo impotencia leer que muchas de las inasistencias se debían al trabajo infantil.
Posterior al reconocimiento de los archivos, instalamos un gran mesón (una mesa de ping-pong forrada con papel craft) y exhibimos todo lo que encontramos. Averiguamos quiénes eran lxs trabajadorxs de la escuela que tienen un vínculo e historia estrecha con la escuela y les invitamos a mirar lo que hemos encontrado. Fue un momento de recuerdos emotivo… hablamos sobre la antigua y nueva escuela, el antiguo teatro, la erupción del volcán y sus efectos, las experiencias del multigrado, los hitos importantes que varias generaciones han vivido. Cerramos la puerta de la bodega mirando la escuela con nuevos ojos.