Continuamos nuestro camino recorriendo el extenso territorio de San Dionisio. Esta vez vamos a visitar a Arnoldo y Bessy, quienes fueron beneficiados por la Reforma Agraria liderada por la Iglesia Católica en San Dionisio. Fue así como lograron tener su terreno y llevar a cabo diferentes proyectos, como hacerse de un invernadero —y dedicarse al cultivo de la frambuesa—, así como también contar con la lechería y dedicarse a la producción de quesos. Cada trozo de tierra de esta familia es aprovechado a cabalidad, y tenemos mucho que aprender de ello.
Orgullosos de su trabajo y esfuerzo, nos invitan a conocer su cotidiano. El proceso de ordeño de vacas, el riego y la fabricación del queso son algunas de sus actividades diarias, junto con las tareas domésticas y el cuidado de sus nietas, que les visitan regularmente luego de la escuela. Pero como no todo en la vida es trabajo, su clave para mantenerse con la misma fuerza y energía que en sus inicios está en sus momentos de descanso y en el compartir. Así, lo mejor estaba por venir: al comenzar la once, don Arnoldo saca su guitarra y nos dice «¡Ya! Les voy a cantar unas canciones». Nuestra sorpresa y agrado fueron mayores cuando también Bessy, tímidamente, sacó un vozarrón tremendo para acompañarlo.
Estás vivencias y melodías son parte del proceso colaborativo que nos encontramos desarrollando.