BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: La reinvención agraria San Dionisio - Panimávida - Colbún, Maule - 2018 Residente: Juan Francisco González
Publicado: 8 de noviembre de 2018
¿Cómo así, colaborativo?

La semana comienza en las aulas del 7mo básico de la Escuela Monseñor Manuel Larraín Errázuriz de San Dionisio. Un grupo de unos 25 alumnas y alumnos provenientes de la misma localidad como de las otras tantas aledañas (San Nicolás, Colbún y Panimávida, principalmente), se embarcan en la construcción del primer noticiario hecho por estudiantes de estas latitudes. Llenos de dudas sobre sus competencias para participar de una obra de arte colaborativo donde ellas y ellos son protagonistas, nos preguntan: ¿cómo así, colaborativo? ¿vamos a pedir una colaboración?

Pronto comprenden que, para conocer las historias que sus mismas convicciones les anuncian deben ser abordadas, tan solo necesitan acercarse a sus parientes, a sus amigas y amigos, y hacer lo que mejor saben a su edad: preguntar. Y con la curiosidad que solo su naturaleza de niñ@s les concede.

Tras casi tres semanas de trabajo en terreno por parte del equipo realizador, llego a unirme a la misión de compenetrarnos con las formas y los lenguajes de los diferentes grupos que han decidido participar a este proyecto. Desde ese diverso lugar, diseñamos actividades diferenciadas para los niveles de 6to y 8vo básico, quienes se encargarán de los contenidos de una cápsula del tiempo con mensajes para los niños del San Dionisio del futuro, mientras sus compañeros elaboran video-cartas para relatar cómo se vive en esta zona, que están pensando hoy y cómo se imaginan respecto de otros lugares del país o del mundo.

La experiencia en la escuela nos remonta a nuestros propios tiempos de estudiantes y nos dejamos guiar por el gusto de aprender. Incluso en horario p.m., cuando ya la actividad se detiene, estamos tramando junto a los adultos cómo reactivar antiguos encuentros de la comunidad. Esta vez, y sin gran trabajo, son ellos mismos quienes caen en cuenta que los medios para conseguir sus objetivos están al alcance de sus conocimientos, aunque más aún, de sus costumbres asociativas de siempre.

Y como bien dijo una colega de las ciencias sociales durante una instancia de capacitación sobre Memoria Colectiva una tarde de esta semana, a la sombra del calor cordillerano de la región del Maule y mientras compartíamos recuerdos del pasado pero a flor de piel, no hay nada que «rescatar» aquí: la cultura se salvaguarda y se hace conversando, escuchando. No hay héroes ni heroínas, ni grandes próceres en San Dionisio. Lo que aquí vale son las hazañas que en colectivo, colaborativamente, se han forjado para mantener vivo este territorio.

Pilar

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