Retomando el último post, la realización de las mesas de cultura, en sus dos versiones, han sido un hito muy importante, no solo para esta residencia artística, sino para toda la comunidad de Puerto Octay. Si bien habían existido intentos anteriores en la historia de la comuna, no habían logrado la convocatoria de esta que fue muy decidora. Hubo oportunidad de conocerse y reconocerse, de poder hablar y escuchar a los otros “colegas”, saber bien lo que está pasando y cómo podemos mejorarlo.
Las personas participaron de muy buena gana, con entusiasmo expresaron sus opiniones y creencias, lo que querían y lo que sentían, fue muy bonito escucharlos. Lo mejor de todo que se llegaron a acuerdos: continuar la mesa de cultura como corporación. De hecho, el compromiso de la Municipalidad, a través de su encargada de cultura Maxel Marchant fue a preparar estatutos, ministro de fe y fecha para constituirse. Todos sabíamos el riesgo que corría la concreción de dicha idea, ya sea por Maxiel o por el Covid, la cosa estaba complicada :O
Lo importante es que existe mucho material que se ha producido en el transcurso de esta residencia, y esa información, datos e ideas son aquellas que van a mover el proceso de cierre. Aún quedan por terminar los resultados finales del catastro, procesar la información de las mesas de cultura y comenzar el trabajo en la publicación del Catálogo.
Con este tipo de acciones colectivas queda prácticamente demostrado que, con el seguimiento de un buen apoyo técnico, las comunidades pueden auto organizarse y participar de buena forma en las políticas públicas sobre cualquier ámbito de la vida. La participación social y la colaboración de saberes científicos con saberes populares conduce hacia un mejor gobierno local.