El pasado es una construcción permanente en un país con una memoria interrumpida. Toda historia local no cesa de mutar y encontrarse con nuevos matices, los que abren muchas veces una perspectiva diferente e incluso permiten la reconsideración de fragmentos, los cuales habrían sido descartados o dejados en el olvido. Es esta la razón de fuerza mayor para entregarse a otros formatos a la hora de narrar, y ante lo cual nos parece inevitable emplear el lenguaje artístico visual como medio para desenmarañar la memoria frágil. Aquello que yace en el fondo del ser, casi velado por el paso del tiempo.
Sentimos que de alguna manera la realización de recreaciones nos ayudó a explorar en los recuerdos de sus protagonistas. Lo que en un inicio se presentó como un desafío en mi labor como documentalista, más tarde dio un giro creativo que posibilitó un ambiente lúdico para que l@s más jóvenes pudieran apreciar y conocer la historia viva de la localidad.