BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Central recolectora Cecrea - Valdivia, Los Ríos - 2019 Residente: Mariana Catalina Carrasco Ruiz
Publicado: 21 de febrero de 2020
Once comunitaria

Llegaron las mamis y algunas vecinas más con sus hijxs chicxs así que éramos puras mujeres y niñxs que aunque no es nada raro no deja de ser una vez más un dato de la causa. Nosotrxs habíamos preparado un video que pudiera conectarlas al grupo y a lo que hemos venido haciendo sobre todo para que pudiera entenderse desde las propias acciones de lxs cabrxs las ideas que hay porque en vivo y en directo siempre cuesta romper la timidez del comienzo. Hay cosas bacanes y ver cómo una mamá ve a su hijx en una pantalla de video que creo es a lo que se refiere el verbo con apreciar, espectadoras afectivas que miran a su ser queridx proyectadx en la muralla en plenitud de sus gestos, voz y movimientos en un espacio donde nada puede pasarles o mejor dicho en una dimensión imperecedera y reproducible al infinito donde se puede apreciar al hijx siendo hijx en el lugar a salvo. Relax mami viendo atenta y echada para atrás a las anchas del suspiro o la risa o el asombro y todo eso a pesar de los errores técnicos en la post de sonido y todo eso que pasa cuando sacamos el video la noche anterior.

 

Preparamos la once con lxs niñxs y la Alicia así que mientras corría la imagen le dimos el bajo a la comida y el té y para cuando quedamos satisfechxs ya empezamos la conversa que se fue graficando  a mano de los plumones de cada unx en un papel diamante que traslucía el mapa de la plaza que habíamos trazado en el encuentro anterior. Aparecieron carteles de no botar basura, árboles y flores, nuevos juegos, basureros y varios elementos estructurales en el concepto a estas alturas mínimo de lo que es una plaza y se fueron materializando ahí no sin antes el desarrollo de un punto en el que nos detuvimos a conversar casi al inicio: una vecina comentó que para poder meterle mano a la plaza era necesario hacer una personalidad jurídica para postular a fondos y en eso saltó otra vecina diciendo que el alcalde no estaba ni ahí con la Villa que desde que les habían entregado las casas ahí no se había hecho nada y yo cada vez que tengo oportunidad le escribo en su facebook aunque no creo que los lea pero igual lo digo porque me da rabia y cada vez que vea una publicación de él lo voy a hacer, sobre eso nosotrxs insistimos que si bien no teníamos recursos como para levantar una plaza con juegos mecánicos ni implementarlo como una obra pública a escala municipal sí podíamos construir un espacio común desde la organización vecinal y el trabajo colaborativo entre organizaciones del sector desde una perspectiva más autónoma porque vecina no todo tiene que ser con el alcalde o la tramitación gubernamental dijo la Mile poniendo fianza y comentó sobre otras organizaciones que podrían colaborar como los voluntarios de la Universidad Austral y Valdivia sin Basura así que entre ir y venir de ideas llegamos al consenso de comenzar con lo que hubiera a mano porque  no podíamos descuidar el ímpetu de lxs niñxs en torno al levantamiento del espacio si  ya  estaban a caballo  y no les íbamos a detener el trote sino que a ponerles el hombro.

 

Cuando salió la idea de refaccionar las bancas se escuchó un NO rotundo y unánime porque no le vamos a hacer un living a los traficantes po chiquillos ya sabemos qué es lo que pasa con eso y se van a tomar la plaza así que no, punto frente al cual lxs niñxs contra argumentaban diciendo que les hace falta un lugar para conversar o descansar del juego porque ahora en la plaza no hay ninguna banca buena y así el asunto nos tuvo sacando humo de la mente un buen rato con ideas que a medida que se iban proponiendo se evaluaban rápidamente con el criterio infalible de las celadoras del bien común, esto no va a funcionar y esto sí, cosa que terminó con la propuesta de delimitar la zona de estacionamiento al interior de la plaza afirmando la imposibilidad de lxs vecinxs para estacionar en otros lados y cercando con neumáticos que a la vez pudieran servir de asientos suficientemente cómodos para niñxs y lo necesariamente incómodos para adultxs. Listo, zanjado el problema. Otro tema que levantó una controversia encendida por el malestar común y el desgaste de un problema irresoluto hasta este momento fue el de la basura, basura, basura, basura por todos lados qué hacemos con la basura y empieza como cada vez que sale el tema  la cacería de que tal y cual vecinx tira sus desechos o que vienen de afuera porque creen que esto es un vertedero y bueno, ahí nosotrxs intentando abordar lo que sabíamos era el núcleo de ese organismo deteriorado pero claro que no llegamos a ninguna solución lo bastante rigurosa, la jornada era acotada y el problema basto. Nos despedimos

 

Cuando salimos de la sede más allá lxs niñxs con guantes de lana y unos bote de pintura vacíos recogían basura de la plaza y Lukas con su mamá intentaban colgar en el poste que hacía de microvertedero un cartel sobre la madera de una patineta vieja que decía no botar basura, la luz de la  tarde estaba rozando sus contornos así que desde donde veíamos parecía todo una escena índiga que hubiera preferido observar desde donde estaba hasta la oscuridad pero decidimos unirnos a la acción. La primera foto grupal desde que todo comenzó, tesoro.

 

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