¡Hoy fue un día magnífico! Resultó un éxito total toda la organización de la mesa comunal de cultura. Participamos más de 40 personas entre artistas locales, autoridades y facilitadores. Salió todo muy emocionante, la gente expresó sus emociones y pensamientos, lo más importante que se llegaron a acuerdos y conclusiones.
Previa inscripción y recepción de los materiales de trabajo por parte de los participantes, la jornada comenzó con las palabras de las autoridades respectivas, la alcaldesa y la Seremi de Cultura de la Región de los Lagos. No nos pregunten por qué, ni cómo, pero ahí estaban. También estaban los representantes de los pueblos originarios, músicos, pintores, artesanos y un largo, etc. Luego de las palabras de bienvenida de las autoridades, se presentaron algunos resultados preliminares del catastro y del catálogo de artistas y los profesionales de Red Cultura Los Lagos entregaron valiosa información a los asistentes, acerca del trabajo de Red Cultura en otros ámbitos además de las Residencias de Arte Colaborativo.
Una vez hecho todo este protocolo, que también es necesario porque da contexto y la gente se conoce, se dio paso al trabajo duro. La metodología fue la siguiente: en grupos de 10 personas, se inicia el diálogo guiado por un facilitador. Los participantes abren presentándose, para luego dar paso a la reflexión colectiva acerca del estado del arte, los problemas y las necesidades a los que se enfrentan los artistas locales y el mundo de la cultura en general. Fue muy reconfortante ver cómo las casi cincuenta personas que estaban allí, conversábamos e intercambiábamos pensamientos y formas de ver las cosas, en función de un objetivo común: el desarrollo cultural del pueblo.
Una vez las personas ya habían intercambiado algunas ideas y se lograban acuerdos, el paso siguiente era crear un árbol de problemas, donde las raíces del árbol son las causas del problema, el tronco es el problema mismo y sus ramificaciones son las consecuencias que genera. Una vez terminado el esquema en un papelógrafo, cada grupo “salía a la pizarra” y elegia un representante para exponer al resto sus resultados.
Al finalizar todas las exposiciones nos fuimos todos a almorzar al Hotel Hasse, distinguido hotel que data de los orígenes de la ciudad y aun sigue en pleno funcionamiento. Había participantes que nunca habían entrado, lo que también fue muy emocionante porque tuvieron la oportunidad de conocer parte de la historia de su localidad. El almuerzo estuvo lleno de risas, salud con coca colas y palabras de buena crianza. Hasta que vino la fiaca. El regreso al salón fue devastador. Todos tomando cargados cafés, nos dispusimos a continuar con la jornada. Algunos se fueron, quedaron solo tres grupos, pero el trabajo continuo con la misma fuerza.
Ahora en la segunda parte la metodología propone un diálogo en torno a los sueños y expectativas para el arte y la cultura, así como también formas de alcanzar esos sueños. La jornada fue preciosa, la gente, como buenos artistas, proponiendo cosas súper creativas, todos trabajando entre risas, con mucho entusiasmo. Fue una jornada preciosa, para atesorar en nuestros corazones para siempre.