Pensar y realizar un evento para la comunidad implica compenetrarse con las lógicas, formas y discursos del lugar y, desde luego, con toda su gente. Si nuestro deseo es que este estreno sea inolvidable para la gente de San Dionisio, entonces íbamos a hacerlo como correspondía.
Esta semana nos hemos dedicado, entre toda la vorágine de la producción del estreno, los preparativos técnicos, la movilización de material, de personas —y de voluntades también—, a invitar a los habitantes de este pueblo a encontrarnos este sábado en la Cooperativa. «Sí, es gratis y están todos invitados. Grandes y chicos». «Sí, vamos a montar un telón al aire libre y veremos el documental todos juntos, bajo las estrellas». Y claro, «por supuesto que es gratuito».
Nos hemos reencontrado con figuras que aparecieron al inicio de este proceso, que nos abrieron sus puertas y nos invitaron esta vez a la sombra del calor precordillerano a conversar más detenidamente, o a compartir un vaso de jugo de frambuesas de su mismo patio. A otras y otros que fueron apareciendo en el camino, que nos topamos periódicamente en las calles de la localidad, trasladándonos en bicicleta o trabajando en algo nuevo. También, fuimos a visitar a aquellos que nos han acompañado desde que llegamos a este territorio, que en primera instancia quisieron aportar y participar y que hoy nos saludan con una gran sonrisa cuando saben que venimos con las invitaciones oficiales. El sueño de tres meses es real.
Salir a invitar puerta a puerta, en bicicleta, se siente como cuando éramos niñ@s y partíamos en busca de nuestros amigos del barrio para jugar en la cancha, o cuando corríamos con coloridas tarjetas manuscritas a invitar al otro a nuestro cumpleaños.
Sin embargo, esta vez, es como si celebráramos el cumpleaños de todos. O el cumpleaños de este pueblo, que esperamos celebre el primer aniversario de este primer encuentro colectivo con su identidad local.
¡Nos vemos este sábado en la Cooperativa!
Pilar