A propósito del año nuevo por venir y el entusiasmo de varios vecinos por sumarse al proyecto, volvemos a intentar coincidir con los tiempos de otra vecina que está algo alejada de este centro de Huiro; hacia el sector pasada la caleta y casi casi hacia el sendero de Los Colmillos. El territorio concentrado en el borde costero de Huiro, se expande y amplía unos metros más arriba y hacia los extremos de las hectáreas Antillanca, sesgando de alguna forma ciertas relaciones entre los podrían decirse tres sectores –el centro en la escuela, el sur por la cancha y la antena, y el norte por la caleta-, que a ratos se entre cruzan por motivos específicos y por lo mismo, simples y hermosos a la vez.
Aurelia está en casa por fin, y sabiendo el poco tiempo que tiene entre las visitas de verano y la venta de los productos de Avon que ya encargamos, le llevamos una de las cámaras que tenemos para que dentro de la semana que viene tenga tiempo en los días feriados familiares para hacer las fotos que tanto quiere. Muestra orgullosa ya algunas desde su celular, paisajes y hasta una güiña ha capturado en sus tránsitos apretados de tiempo. Aprovechamos la quietud del rato para visitar su huerta, ver sus animales y sentarnos a hablar del proyecto, de los intereses que tienen en su familia por conservar lo que queda en este ecosistema natural, y de cómo a través del arte es posible transmitir mensajes, sentimientos, estados, y a Huiro.
Ya de vuelta, otra vecina nos regala algo de ulte, y que junto con algunas de las jóvenes del proyecto y colaboradoras, cocinamos con los locos que ya teníamos de la última extracción que se hizo en la caleta. Compartimos algunas recetas y la conversación sobre los mariscos que existían y la escases actual se toma la tarde; la lucha del agua, las diferencias en Chile, inevitablemente quienes estamos con diferentes generaciones en la mesa, debatimos y compartimos pensamientos sobre la contingencia actual en el país. Historia, pensamiento, derechos, libertad, abuso, opinión, palabras que resuenan entre los platos, cucharas y pan, una suerte de breve cabildo espontáneo entre ulte y locos, finalizando el duro 2019.