BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Álbum Creativo de Huiro: Cartografía y Poemario Visual Corral - Huiro, Los Ríos - 2019 Residente: Angélica Elizabeth Saiz González
Publicado: 12 de diciembre de 2019
GESTANDO AMPLITUD

Desde Huiro observamos y compartimos la crisis en Chile. Días de conversación, reflexión, análisis y comunicación colectiva en torno a los problemas que buscan llegar a un verdadero nuevo pacto donde las reglas se intercambien más allá del poder.

Durante la tarde, algunos llegan a hablar de fotografía, de tiempos, de proyectos de vida, de formas de habitar, estar, no estar, y comprender el proceso y desarrollo que empieza creativamente entre nosotros y la comunidad de Huiro y que al mismo tiempo, continúa confuso e incierto en el país. Otro vecino llega a participar, y nos sorprende con historias jóvenes de disidencia frente a los tabúes culturales y los prejuicios de muchos de ahí frente a la creatividad y diversas expresiones de arte. El arte, como todo lo que signifique cambio, ruptura, exploración o experimentalidad, resulta ajeno en Huiro. Otras generaciones, otros pensamientos, otras aberturas, y ampliamos.  Revisamos algunas imágenes hechas por Cristóbal y otros del proyecto y nos pide más tiempo con la cámara para hacer videos, salir a caminar solo e intentar capturar ese ecosistema abundante que le pertenece de lleno.

En la mañana, mi vecina me había entregado un nido que habían encontrado mientras iban por la leña ayer arriba de un Euca. “Nos acordamos altiro de ti” me dijeron, sabiendo que nos parecería hermoso. Para complementar, y aprovechando la compra de huevos a Niche, me regala uno huero que la pata puso tan chico que solo servirá como adorno dentro del nidito. Cristóbal al verlo, le explica a Bárbara Gonzalez, otra artista colaboradora del proyecto, algo que nos parece alucinante. El huevo esta o no, más o menos huero, por sonido, por como el sonido es capaz en su vibración pequeña de transmitir la consistencia y presencia finalmente de vida o no dentro de él.

Terminamos hablando del sonido, de los ruidos del campo, de cómo éste abarca todo y al mismo tiempo es capaz de denotar pequeños indicios vitales, pequeños indicios de desarrollo y hasta muerte. Nos despedimos hablando de otros gritos necesarios, los del cambio que las nuevas generaciones como la de Cristobal en Huiro, buscan y esperan para una mayor amplitud que pueda gestarse.

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