BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: La memoria de los pueblos, huellas del altiplano General Lagos - Visviri, Arica y Parinacota - 2019 Residente: Katherine Guerrero
Publicado: 27 de enero de 2020
Mullut`uma y Mismir

Durante la mañana nos contactamos con Pablo quien nos dijo que nos reuniéramos en la junta de vecinos para continuar con  la cordelería de lana de llama, acordamos la hora y llamamos a don Juvenal para que nos abriera la sede y además fuera participe, también al rato llegó Luisa residente de Visviri pero originaria de Bolivia, llamamos a más persona pero como hemos dicho en bitácoras anteriores varias y varios pastores están ocupados con las nuevas crías de sus camélidos y no han podido asistir. Pablo nos enseñó a hacer otros puntos con 8 y 16 kaytu o pitas esta última se llama “mullut`uma” y la ocuparemos para el video o el telar de alfombra dependiendo de cómo avancemos, don Juvenal que no sabía hacer cordelería prefirió comenzar con 8 pitas, sin embargo el señor de la luz avanzó un poco y luego debió retirarse ya que debía ir a hacer funcionar el generador eléctrico que alimenta de energía a Visviri, Luisa luego de mucho intentar logró aprender a fabricar la “mullut`uma” y dijo que continuaría en su casa para no olvidar el punto, por lo general la cordelería Aymara se confecciona con lana de llama por su resistencia aunque la lana de alpaca también sirve pero en menor medida, el origen de la sogas viene del uso práctico en la ganadería pero en esta ocasión utilizaremos estos trenzados para la realización del video que estamos preparando con la comunidad, cada trenzado dependiendo de la cantidad de kaytu lleva un nombre especial en Aymara que Pablo nos ha ido explicando de a poco, también estuvimos realizando bocetos con papel y lápiz viendo como iría nuestra historia según de lo que saliera de su imaginación y tradiciones antiguas que estuvieran grabadas en su memoria como recuerdos de sus abuelas y abuelos,  pasado un par de horas nos fuimos a nuestras casas ya que casi era la hora del almuerzo.

Ya bien entrada la tarde Pablo nos llamó para decirnos que tenía algo de tiempo para enseñarnos a confeccionar un hilado para las sogas, días antes nos había traído la lana de llama que le habíamos encargado a don Germán desde Tacora, nos quería mostrar como debíamos “hilarla” para poder hacer la cordelería y la alfombra, mientras charlábamos nos contaba que anteriormente el hombre era quien hacía éste hilado llamado “mismir, ya que es mucho más grueso que el hilado para tejer en telar o palillo que se hace por lo general con la lana de alpaca, nos explicó que primero se deben quitar las impurezas o basuras que se le enredan a la lana de llama o alpaca, para luego con un palo de madera redondo de unos 20 o 30 cm este se va girando con la lana sin enrollarla completamente en el palito hasta que se valla adelgazando, simultáneamente a esto se debe ir estirando el vellón para que la fibra animal salga del mismo grosor, al terminar de enrollar se deben unir ambos extremos del hilo y éste por si solo comenzará a torcerse en una hebra doble, es similar al hilado y torcido de la fibra en puska pero un poco más fácil pero así y todo es un proceso lento, de concentración y paciencia, por eso también optamos traer lana desde Arica para poder avanzar más rápido, optamos por mezclar diferentes tipos de lanas, fibras e hilos como de alpaca, llama, oveja, algodón, Pablo y otras personas con las que hemos estado realizando la residencia nos cuentan que ya muy poca gente hace mismir es como un conocimiento en peligro de extinción al igual que el hilado en puska muy pocas mujeres lo siguen haciendo en esta comuna, mientras tanto seguimos avanzando algunos metros de mismir y luego de unos cafés y conversación Pablo se retiró a su domicilio.

 

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