A estas alturas aún nos quedan pilas, tenemos ganas de activar una intervención en el museo de Ñirehuao, por lo que decidimos ir a hablar con la señora Raquel para proponerle hacer durante casi dos semanas, encuentros en el espacio para trabajar un collage colaborativo. Algunos vecines habían participado en la construcción de las invitaciones para “Comer, la excusa de la sobremesa” por lo que estaban familiarizados con la práctica.
La señora Raquel accedió con mucho gusto y nos comentó que ya le parecía extraño que no realizáramos alguna actividad en el museo.
Así fue como convocamos personalmente a algunes cercanes de la villa para comenzar a tramar imágenes con el fin de perpetuar, de alguna manera, la expresión de lo acontecido durante la residencia, o parte de lo que se vivió en una obra colaborativa. Además, la primera contemporánea instalada en el Museo Valle de la Luna.
El jueves y viernes nos juntamos a las 15 hrs., trabajamos con la señora Raquel y su nieta Domi, Gloria, su hija Scarlett, su pololo Diego y Alisson. Las demás chicas del PMU se sumarían los días siguientes.
Lo primero que hicimos fue copuchar sobre el Encuentro Costumbrista, hablamos sobre las actividades y la cantidad de gente que se logró reunir, con ánimos de continuar con la celebración año tras año. Lo único que lamentamos fue la pérdida de un ternero, se escapó y no apareció más.
Revistas, tijeras y pegamentos en la mesa dispuestos a ser usados. No hizo falta mayor explicación, fluidamente se comenzaron a ojear las revistas y a buscar imágenes. La señora Raquel dijo que podríamos armar algo representativo de Ñirehuao y en esa nos embarcamos.
Hicimos un banco de imágenes donde los caballos eran los que más se repetían, algunos animales, personas celebrando, paisajes invernales y objetos. Recolectamos material para comenzar y juntes revisamos lo que cada une había seleccionado y cortado.
Nos dio la hora en que el museo cierra, así que ordenamos y quedamos de continuar en el próximo encuentro.
En la noche nos invitaron a comer, el profesor Juan Pablo y Alisson, nos esperaron con vinito, carne al horno, papas doradas y nosotros llevamos la ensalada. Menú tradicional, buenos pal animal y las papas, es lo que pega en la Patagonia. Compartimos y charlamos, nos dijeron que esta era nuestra primera despedida… Estamos sensibles y es que se acerca el final, aunque suene dramático, ya nos vamos y quien sabe cuándo vamos a volver, si es que.