Junta de Vecinos Población el Arellano – Sede Vecinal JJ.VV. Población el Arellano
Llamamos por teléfono a la señora Sofía para poder concretar una reunión, para poder conversar y organizar las semanas que vienen; en nuestro camino hacia allá, nos llamó la atención una casa que en su portón tenía pegados varios papeles, con distintas frases acompañadas de dibujos o caricaturas conocidas, “siempre abeja, nunca chaqueta amarilla”, “justicia para todos los que perdieron sus ojos”; en Cartagena, la revolución comenzó a recubrir de consignas sus barrios, muros, portones, ventanas y muchas otras superficies se mantienen como testigos. Llegamos a la sede vecinal de José Arellano, nos comentaron de los distintos cierres y actividades programadas; y nos invitaron a participar en la entrega de regalos, caminamos un poco cerca de la sede vecinal donde existe un espacio natural delimitado por un muro de ladrillos con rejas (y dos grandes accesos libres), la señora Sofía nos comentó que ese lugar estaba destinado para ser zona de picnic, pero que el proyecto se detuvo ya que comenzó a aflorar agua del suelo al momento de comenzar a remover la tierra para hacer las primeras instalaciones, estábamos parados sobre la laguna del Arellano (rellenada), la junta vecinal, la proyectada zona de picnic, todo se encuentra sobre una masa de agua que se mantiene silente e invisibilizada. A raíz del humedal, la laguna, el estero, nos cuestionamos ¿En qué momento se perdió la conexión con el territorio? Después de la rabia, visceralidad y destrucción ¿Cuándo nos volcaremos hacia las lógicas naturales y constructivas? Dentro de la de-limitación de la Laguna, encontramos huellas (basura, muebles abandonados, ropa en mal estado) de personas en situación de calle que vieron en este borde la posibilidad de encontrar cobijo. ¿Qué lugar tendrán en la nueva sociedad que estamos construyendo, las personas trashumantes, lxs nómades? ¿Cómo forzar a una existencia sin contornos fijos a definirse y cristalizarse? ¿Por qué habría que hacerlo?