Hace dos días atrás don Juvenal sacó la primera muestra de alfombra del telar, la cortó y comenzó a anudarla nos mostrarnos cómo hacerlo para que ésta no se desarmara, solo estábamos los tres ya que nadie más de las convocadas y convocados llegó, le consultamos sobre el tiempo que tardaríamos en terminar el tercer telar que Olga había urdido con 70 pitas, por el hecho de que tenemos poco tiempo nos recomendó que fuera más pequeño así que lo acortamos a dos telares de 20 pitas ese mismo día Matías calcó su propia mano y la traspasó al papel de manera geométrica para ponerla en el tejido del tercer telar el cual iniciamos entre todos durante ese mismo día, en todos los telares nos hemos ido turnando, el 12 de febrero quedamos en reunirnos y al cabo de un rato llegaron Luisa y la señora Juana a tejer los nuevos diseños, terminaron de tejer el primer diseño del segundo telar y muy emocionadas le tomaron varias fotos a la segunda muestra de alfombra, llegaron algunas personas que estaban de paso haciendo algunos trámites en la municipalidad y pasaron a ver con curiosidad los tejidos que estábamos haciendo.
Un hecho aislado que nos ocurrió este día fue la llegada de don Germán con su nuera y su hijo a la Junta de Vecinos a ver lo que estábamos haciendo, don Gérman es un pastor de camélidos del sector al cual le habíamos comprado fibra de llama, y sin motivo aparente nos pidió de vuelta los dos sacos de esta fibra que nos había vendido, ésta la teníamos considerada en la fabricación de la urdimbre de los telares para seguir avanzando con la comunidad, este hecho nos pareció extraño ya que aquí nos han dicho que esta fibra es poco utilizada, pero él dijo que quería hacer mismir en sus casa y que no tenía tiempo para este proyecto ya que lo habíamos invitado reiteradas veces, para no tener problemas preferimos devolverla, por esta razón para no retrasar nuestro proyecto tomamos la decisión de comprar lana sintética y solo seguir nuestro plan con las personas que han estado asistiendo a este proyecto.
Después de este hecho nos quedamos pensando y fuimos a afuera a respirar un aire más liviano, se podían observar nubes muy oscuras que anunciaban mucha lluvia y rayos, mientras llovía con sol nos percatamos de que había un arcoíris muy notorio y que contrastaba mucho respecto a la nube negra que venía detrás, salimos a mirarlo y nos entramos algo mojados, comenzamos a instalar el cuarto telar junto a la señora Juana y don Juvenal y a hacer algunos diseños para este telar del cual fue seleccionada una llamita animal típico de Visviri, al cual don Juvenal decía que era muy buena idea porque en pocas partes de Chile solo para esta zona del extremo norte se puede ver este tipo de camélido, también tenemos en mente algunos animales más para representar la zona en la cual estamos insertos.