A media hora de Santa Cruz, encerradxs entre cerros, camperos cantos de gallos e invadidxs por una agradable brisa soñada de verano, comenzamos a residir hace cuatro días en el sector de La Cabaña, Lolol.
Somos Juan, José y Jennifer quienes conformamos la Residencia En la Espera surgen las voces y hoy te queremos contar las 5 cosas que nos pasaron al llegar acá.
Número 1: El hospedaje.
El hospedaje es fundamental para comenzar el proyecto de arte colaborativo porque básicamente sin casa no hay residencia. En ese sentido, manteníamos todo listo pero nos dimos cuenta que la casa que teníamos vista se nos escapaba por presupuesto. ¡Imagínense las ansias de llegar a la casa de La Cabaña! Es por eso que apenas llegamos tuvimos que ver algo urgente para quedarnos. El reloj estaba en nuestra contra, pero gracias a la amabilidad de la Señora Carmen pudimos dar con una casita. ¡Grande Señora Carmen! ¡Un amor como persona! Mención honrosa para ella.
Número 2: ¡Cero calor!
Si bien Lolol se destaca por ser una comuna con altas temperaturas, en especial cuando hubo los terribles incendios que azotaron a nivel nacional, el sector de La Cabaña nos ha sorprendido totalmente estos días, y es que nuestra llegada se vio favorecida por un atractivo clima, destacándose la agradable brisa meneadora de árboles.
Esperemos que el clima nos siga acompañando en esta aventura porque la señora Carmen nos ha dicho que anteriormente los otros días han sido muy distintos a los plácidos de este fin de semana.
Número 3: La sequía en el Valle de Colchagua.
¿Qué supones al hablar de un valle? Seguramente te imaginas árboles sanos y praderas con pasto verde, sin embargo el Valle de Colchagua está muy lejos de ser lo que hace un tiempo era, y es que el clima templado de la zona no ha sido suficiente para acompañar la trágica sequía que está afectando a la zona central, pues al llegar a La Cabaña lxs vecinxs nos cuentan que la zona ha sido afectada por cortes de agua. Nos cuentan que peor ha sido el caso de sectores aledaños los cuales solo se están abasteciendo con agua municipal; esa que traen los camiones en bidones grandes y que limita el consumo de derecho de agua. Sin duda, lxs vecinxs de La Cabaña no quieren que pasar por lo mismo y temen de ello.
Ya al otro día por la noche, camino a comprar pan amasado y huevo de gallina feliz, nos hacen saber que ha estado mala la cosecha por la aridez y que menos agricultores se interesan en sembrar debido al riesgo elevado que considera trabajar las tierras dado que no hay agua de regadío.
Número 4: Todos se conocen.
Habíamos escuchado que en los sectores más alejados casi todos eran familia y tuvimos que comprobarlo. Resulta que la búsqueda de casa contactamos a Aldo, el agente cultural de Lolol, quien nos dio el dato de la Patricia, tía de Marcial, presidente de la junta de vecinos. Patricia nos hizo llegar a su hermana Carmen, quien es prima de Rodrigo, ex micrero del sector, quien tiene una hija chica la cual se lleva bien con otra niña quien resultó ser hija de un vecino al que descubrimos que es hermano de Patricia y Carmen. Esto nos ha hecho reflexionar anecdóticamente este punto debido a que nos enteramos de todo esto por casualidad.
En este punto cabe destacar nuestra sorpresa al saber que muchos nos ubicaban porque algunxs vecinxs por Whatsapp se enteraron que estuvimos buscando casa. Este gesto beneficioso para nosotros se lo tenemos que agradecer a la señora Carmen ¿Ves que es un amor ella?
Número 5: Gente buena onda.
El sector de La Cabaña se caracteriza por tener buenxs vecinxs, al menos aquellxs que hemos mencionado anteriormente han sido muy amables y en general todos acá tienen buena disposición a la hora de orientarte: por ejemplo nos hemos acercado a la gente y le hemos preguntado por lugares donde vendan huevos o pan, a lo que lxs vecinxs con amabilidad nos indican los lugares abastecidos. Esta dinámica de ser lxs nuevxs y preguntar por el entorno es una estrategia necesaria y natural de presentarnos e iniciar un lazo reconocible para empezar.
Esto ha sido solo el comienzo acá en La Cabaña y déjanos decirte que hay gente muy tela. Es esta energía positiva la que nos impulsó este fin de semana a afinar los últimos detalles y ver cómo vamos a trabajar con la comunidad.