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Residencia: En la espera surgen las voces Lolol - La Cabaña, O'Higgins - 2019 Residente: Jose Francisco Guerra Solano
Publicado: 27 de febrero de 2020
Mapeo

Cerca de las 18:30, algunxs mas atrasadoxs que otrxs, llegan lxs bordadorxs. Del centro, del tranque, de los cerros y El Molino llegan a los camarines de la cancha para pasar la tarde en compañía.

 

Esto del calor y de caminar desde las casas lo venimos hablando hace rato, el primer comentario obligado mientras se sacan las cosas para bordar. Muchxs llegan del trabajo agobiadxs y parten de sus casas al taller caminando kilómetros. Entonces cuando llegamos mostramos nuestros avances y nos ponemos a conversar de lo que hicimos en el día y del insomnio por esa sana ansiedad de pensar en que haremos hoy con el grupo.

 

Con el grupo del viernes, después de tener nuestra conversación ritual  respecto al camino y el calor, nos miramos por un largo rato sin que nadie hablara. Estábamos pensando en qué hacer para seguir aprendiendo, seguir bordando, buscando un proyecto común que fuera nuestra excusa para reunirnos cada semana. El grupo del lunes se había decidido por bordar las flores de La Cabaña y con lxs del martes retomamos los grabados xilografía para dibujarlos con aguja e hilo. Rompiendo el silencio alguien comentó que podrían ser cosas relacionadas con La Cabaña y le siguieron el hilo.

 

¿Qué debíamos bordar? Las paradas del bus que recoge a lxs temporerxs, las extensas caminatas para llegar a la escuela que hacían los niñxs antes de que en La Cabaña no pasaran autos, el agua en invierno, el bello paisaje de cuando todo era más verde, cuando había agua para la tierra. Entre todxs fuimos recordando los hitos, memorias y lugares característicos del sector: el puente de la entrada de La Cabaña, el almacén, la posta, el tranque, los cerros, los caminos escondidos, nuestras casas, la multicancha, la sede vecinal y las pocas plantaciones que van quedando.

 

Es así cómo se definieron los lugares, y mientras se iba conversando, se iba dibujando con lápiz mina en la tela, como si fuese un verdadero borrador donde estaba el mapeo de lo que haríamos: un recordatorio de lo que era y es La Cabaña, un mapa cariñoso lleno de historias y emblemáticos lugares. Esto es lo que queremos mostrar, enseñarle al mundo la belleza de esta tierra, señalando el camino para que los visitantes no se pierdan al leer el cartel mal escrito en el cruce.

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