BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Al Des-borde del Camino Huara, Tarapacá - 2019 Residente: Colectivo Pacto
Publicado: 29 de febrero de 2020
Llumiña de año bisiesto

Senti-pensamos que en Huara el municipio cobra -a veces- demasiada importancia. Atendiendo al contexto local y a la naturaleza de nuestro trabajo en Red Cultura, hemos intentado incansablemente que el personal de gestión conozca y se empape del programa para levantar un trabajo conjunto.

 

La burocracia es más grande que el organigrama de toda la municipalidad; nos obliga a dejar de lado nuestro lugar de artistas y echar a andar nuestra experiencia como gestores. Nos costó mucho -y todavía- que se entienda que la naturaleza del arte colaborativo es hacer nacer un proceso abierto, participativo y dialogante; que no cabe en un correo electrónico ni en un memorándum. Pero somos perseverantes y, si nos abren una ventana, empujamos la puerta. Lo importante es que suceda, porque las instituciones se deben a su gente, porque el dinero que es de la gente debe ser gastado por la gente.

 

Nos llaman para realizar una actividad, nosotrxs ofrecemos un proceso. Nos solicitan un producto, nosotrxs presentamos un bosquejo, una forma; mas el fondo es incierto. Pensamos en lo que hemos aprendido de lxs niñxs: de lo que les gusta crear, de qué temas hablan, qué nos han contado, qué hemos notado que es importante para ellxs.

 

Así, sin tanta vuelta, pensamos en todo lo que hemos vivido en el verano: el lugar más moderno, la cocha, los juegos de agua, los piqueros, el acceso al patrimonio natural… ¡La piscina!, ¡pintemos los muros de la piscina! Uziel, el encargado de deportes, se reúne con nosotres, le gusta la idea y se amolda a nuestra forma de trabajar. Así que finalmente podrá suceder: tendremos un muro de la piscina, un lugar muy significativo para lxs niñxs de Huara… qué mejor que puedan intervenirlo y hacerlo aún más propio…

 

Nos piden un nombre aymara para el proyecto. Escogemos llamarlo Llumiña,  que significa el desborde del agua. La idea es trabajar el concepto de agua, su importancia en un lugar desértico en términos de propiedad, acceso y cuidado. Desbordar el mero hecho de pintar un muro, decantar un proceso de forma y fondo de lxs niños y para lxs niñxs.

 

Nuestra convocatoria y primera actividad es un éxito. Llegan en masa a jugar con nosotres y con Diego, instructor de deportes. Dinámicas de juego acuático para que lxs niñxs entren en onda y reflexionemos jugando… Luego, grupos de trabajo para pintar elementos asociados al agua, a la pampa y a ellxs mismxs; a su habitar la piscina, a su “memoria del agua”… Muchos dibujitos son el material primero que buscará su lugar en el gran muro, en el gran dibujo colectivo que bosquejaremos para componer una escena que fusione sus perspectivas, sus recuerdos, su forma de expresión, sus colores. Cerramos febrero, desbordamos nuestra creatividad.

 

Esperamos estar a la altura del desafío.

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