Esta es una fecha especial para el pueblo de Los Choros y sus alrededores…una fecha única donde se permiten la unión y el orgullo por su cosecha, la afamada y bien ponderada aceituna.
Decidimos venir en este tiempo, porque el 2018 cuando visitamos la zona para hacer un previo diagnostico acerca del territorio, llegamos sin querer queriendo un día después de esta fiesta. Nos perdimos el gran evento gran!! Pero cómo no vinieron antes, nos decían…
Esta vez, no podíamos quedar fuera. El ciclo era perfecto para nuestro cierre.
Llegamos por la tarde a la casa de la Juanita. Estaban todas las cocinas funcionando, a leña, a gas y eléctrica. Todo en pro de los alimentos a venderse en la fiesta… entonces ni lo dudamos y pusimos las manos en la masa (y a batir la lengua como siempre). Era inevitable que cada 5 minutos llegase gente a esa cálida cocina… así que sin necesidad de ir a saludar al pueblo, el pueblo llegaba sin saber hacia nosotros.
Los reencuentros fueron espontáneos… mientras buscábamos más leche en el almacén, nos íbamos encontrando con todo/as de a goteo. Mucha felicidad en los abrazos y por sobre todo, refuerzo de una amistad.
Lo/as vecino/as nos comentaban que ahora si éramos choreros… porque habíamos vuelto, porque cumplimos nuestra palabra de volver a la fiesta de la aceituna. Y eso, es honestidad… por lo tanto se valora y asegura una amistad eterna.
En tanto, los saludos iban y venían… todo/as entusiasmado/as porque abriríamos el museo de la Casa de la Esquina para mostrar y degustar de los potentes trabajos que había realizado la comunidad durante un periodo intenso.
Las puertas del museo siempre estuvieron abiertos, pero llegaron los profes (decían)… podíamos hablar con un sentido más crítico de los procesos y las energías puestas en el trabajo colectivo. Sobre la importancia de los contenidos, pero mucho más de los sentidos que hacía la creación para con el territorio y su legítima defensa.
Durante todo el fin de semana nos dedicamos a mediar la exposición “Los Choros Vale Oro”. Lo/as niño/as muy contentos y orgullosos, nos acompañaban en las actividades.. que no eran más que conversaciones y difusiones del trabajo realizado. Mostrábamos cómo lo habíamos hecho entre todo/as y los materiales históricos a los cuales recurrían.
El tesoro de Los Choros dio a luz como si estuviera esperando ver la luz de aquella esperanza que tienen todo/as por salir adelante con sus cultivos, por ser respetados por las comunidades progresistas, pero ante todo… por brillar por sobre un Estado Neoliberal que no pretende comprender la lógica de una revolución agraria, que sólo nos demuestra la fertilidad del territorio.
Gracias por tanto querido pueblo de Los Choros. Los aprendizajes son tantos, que no hay evidencia material de ello… sólo sentimientos de humildad y nobleza para uds.
Arriba lo/as que luchan. No es sequía es saqueo.