Hoy nos levantamos temprano con Seba y preparamos desayuno. Juan se levantó al rato después y nos acompañó. Luego se pusieron a revisar y editar fotos y tiempo después llegaron Simón y Selec. Hicimos aseo profundo en ambas casas y cerca de las 2 de la tarde llegó el almuerzo que nos trajo Fabiola: pescado frito con arroz y papas mayo. Estaba exquisito!!! Seba y Juan se fueron a grabar locaciones para el video que haremos y con Simón y Selec nos pusimos a preparar las cosas para el Asado que tendremos con los nuevos amigos. Preparamos las ensaladas y Selec hizo su arroz delicioso y misterioso.
Tipo 7 de la tarde empezaron a llegar nuestros invitados: Primero llegó Jairo de Servicio País, luego Guillermo y Helga de Barro Mágico, Javiera y Pedro, Juan Solís, Javier y Susana, Elver y su Mujer y por supuesto Don Mario y la Señora Nieves. Los chicos hicieron el fuego y ya cuando las brasas parecían estar óptimas, tiramos el costillar. Debo agregar que ninguno de nosotros sabía mucho de parrillas, por lo que Juan se decidió a probar suerte (y yo con mi poco conocimiento de carnes intenté ayudarlo).
Tiramos las longanizas, que por alguna razón no se doraban, y por otro lado el costillar tenía costra y todo pero estaba extremadamente crudo al centro. Subimos y bajamos la parrilla, movimos por acá y por allá, y en algún momento tuvimos que asesorarnos por Guillermo para poder sacar la carne antes de que se nos apagara el fuego.
De a poco nos fuimos acercando al comedor, el cual había sido cuidadosamente ordenado y dispuesto por la señora Nieves. Cada uno tomó un puesto, y luego nos dispusimos a escuchar a Seba, quien dedicó unas palabras de agradecimiento a todos nuestros invitados, ya que su ayuda y su apoyo fue fundamental para la conclusión de nuestra residencia. Luego don Mario tomó la palabra: nos agradeció por nuestro trabajo, por el cariño y nos dejó cordialmente invitados para volver a su casa. Luego la señora Nieves, quien con su dulce forma de ser nos dedicó más palabras de agradecimiento, destacó nuestra amistad, nuestra perseverancia y nuestro trabajo. Evidentemente emocionados, agradecimos el gesto y nos dispusimos a comer todos juntos. Nuevamente la señora Nieves nos sorprendió, pero esta vez con un Pisco Sour Piqueño hecho por sus propias sus manos (con limones de pica cuidados y cosechados por ella misma) que estaba exquisito. Entre conversaciones y risas compartimos entre todos, y luego fue Javiera, la mujer de Jairo quien nos deleitó con otra delicia: un pie de limón hecho también con limón de pica. Aprovechamos de cantarle feliz cumpleaños a Jairo, quien si no mal recuerdo cumplía 31 años ese día, y disfrutamos este rico postre casero.
Pasadas las 12 se empezaron a retirar nuestros invitados, y quedaron sólo Elver, su mujer y Juan Solís. Elver tocó su quena para nosotros, y nos mostró sus dotes musicales tocando cuanta botella encontró en la mesa (incluso botellas que aún no terminábamos de beber), se sacó fotos con Juan (ya que lo encontraba demasiado alto) y un rato después se fue con su mujer rumbo a su hogar. Luego recogimos los platos con la ayuda de Juan, lavamos la loza y nos despedimos de las visitas.
Nos fuimos a acostar con el corazón hinchado de amor y felicidad por este maravilloso encuentro.
Fernanda Vergara