Viajamos en bus desde Iquique a La Serena, nos bajamos en el cruce entre la ruta 5 y en el camino de ingreso al pueblo de Los Choros, nos estaba esperando Don Rubén, un vecino chorero local, con su camioneta roja todo terreno.
Durante el camino al pueblo vamos escuchando cumbias en la radio Guanaku, frecuencia local que se escucha solo en el sector de Los Choros. Al llegar al pueblo mismo, don Rubén nos lleva a su casa y nos invita a comer una rica cazuela que su esposa Elsa había preparado. En la mesa conversamos sobre las familias de ambos, sobre sus hermanos y de cómo pasan las tardes de verano, ahí Elsa nos comenta que se reúne con sus hermanas a bordar y tomar mate durante las tardes. Actividad que nos interesó mucho, así que rápidamente nos subimos al buque y le pedimos que nos invitara a participar de esas tardes. Luego, ya instaladxs en la cabaña que nos albergará, acomodamos los bolsos y comenzamos a organizar el espacio para transformarlo en la casa/taller para nuestra residencia.
En la noche de año nuevo el pueblo se mantiene silencioso, las personas festejan al interior de sus casas, lxs vecinxs de al lado queman un mono al inicio del año nuevo. Mono compuesto por un colchón, un palo y dos trapos. Esta acción nos recordó a años nuevos similares donde hemos vivido este tipo de quemas. Así que no fuimos ajenos y partimos a ser parte del evento también. Aportamos con palitos encontrados y alguna que otra chuchería para quemar el 2018.
Después de la noche de año nuevo, nos dispusimos a la primera salida a terreno hacia el sector del cementerio nuevo y sus alrededores, un llano repleto de flora y fauna silvestre. La intención de esta salida era explorar el paisaje y recolectar algunas flores y objetos que encontráramos en el camino. Además, nos interesaba alejarnos del pueblo para tener otras perspectivas del territorio. En este recorrido nos encontramos con un sinfín de excremento de cabras y burros, esto nos hace pensar en la cantidad de animales que circulan por estos terrenos, y también nos encontramos con sectores de basurales.
Por otra parte, pudimos observar gran variedad de cactus peludos y aves locales.
Todas estas exploraciones nos fueron empujando a crear ideas relacionadas al arte y su territorio, algo que ya estamos planificando para la próxima semana, luego de encontrarnos con los dirigentes vecinales.
Con mucho silencio hemos entrado en el Pueblo de Los Choros, pero la ayuda del fuerte viento nos ha invitado a abrigarnos con conversaciones muy tibias con lxs vecinxs. Lo que nos mantiene muy motivadxs planificando acciones que hasta hoy, sólo nos incitan a hacer nuevxs y buenxs amigxs.