Hoy fue el día del cambio de casa y de pueblo. Partimos por ir a dejar algunas cosas a la casa nueva, que se siente como un palacio en comparación con la cabaña de la tía Flor. Queríamos ir al colegio a presentarles nuestro proyecto a los profesores después de eso, pero sólo nos recibió el director, que no es muy comunicativo –la verdad– y no demostró gran entusiasmo, y la directora del UTP. Ella se interesó más en nuestro proyecto y quedó en llamarnos para confirmar nuestra presencia en la reunión de profesores mañana. En principio nos ofreció hacer los encuentros creativos los viernes en las clases de recuperación. Ojalá resulte.
De vuelta en Pica, el Seba descubrió que había perdido su celular y decidió irse corriendo de vuelta a Matilla a buscarlo en el suelo del paradero donde tomamos el bus, pero al final lo convencimos de que fuera en micro. En la tarde ordenamos todo y pedimos una van para que nos pasara a buscar. Instalados en la casa nueva estábamos mentalizados para ir al Cachimbo, pero nos avisaron, poco antes, que se suspendía por el partido Chile/Perú. Nos dio un poco de lata, porque era nuestra primera actividad de dibujo. En vez de eso, compramos cervezas y papas y vimos el partido en la casa mientras con el Seba terminábamos nuestros afiches para la actividad del sábado. El Seba eso si, hizo muchos dibujos pero ningún afiche. Se embaló demasiado con la parte de los dibujos, pero no con la parte del diseño y de poner los datos para que la gente llegue a la actividad.
Pilar Quinteros