BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Colhue, una nueva mirada Pumanque - Colhue, O'Higgins - 2019 Residente: Sebastián Andrés Vidal Campos
Publicado: 17 de marzo de 2020
Fase 4

“Seguir o no seguir”

Cuando nxs preguntamxs por las dificultades que se pueden presentar en un territorio, podríamos dar las más variadas respuestas. A la fecha, seguramente los y las artistas que han realizado Residencias de Arte Colaborativo a lo largo de Chile, podrían escribir un apartado completo para ello. Pero, ni lxs “más escapadxs” de todxs, habrían augurado el inicio de una “Emergencia Sanitaria”, ni mucho menos una “Pandemia” como el Covid-19.

 

Esta mañana leo con detención las informaciones que nos llegan desde el nivel central del programa Red Cultura. El compromiso del Ministerio, habiendo entrado el país en la “fase 4 del Covid-19”, es resguardar la integridad y la salud de los y las artistas. Para ello nos plantean la posibilidad de congelar los procesos y retornar a nuestros lugares de origen a pasar una cuarentena que no sabemos cuánto podría durar.

 

Con Aurora pensamos que deberíamos tomar una decisión luego de hablar con Claudia, la dirigenta de Colhue, y con Barbara y Rebecca, nuestras arrendatarias, con quienes habíamos pactado el alojamiento hasta la quincena de abril.

 

Para todxs, esto es algo completamente nuevo. Y la mayoría, después de leer dos o tres noticias, ya se sienten expertos epidemiólogos. Por mi parte, quiero pensar que solo se trata de un resfrío y que, al igual que con el SARS y el MERS, las vacunas llegarán pronto y la cosa no va a pasar a mayores, como hace cien años con la “gripe española”. Pero en Europa, en países como España e Italia, la cosa se ha desbordado y eso no ha hecho más que profundizar el pánico en la población. Para qué hablar del rol de los “medios de comunicación” en ello. El Covid-19 ha tenido a un community manager capacitado y la popularidad de este nuevo virus se ha esparcido vertiginosamente. Quizá mucho más que el propio virus.

 

El caso es que aún no sabemos qué es lo que vaya a suceder. Por mi parte, ante mi elección de vida nómade, no tengo un lugar al cual regresar, ya que mi última vivienda fue en la región de Atacama, y abandoné ese espacio, definitivamente, para venirme a realizar esta residencia a O`higgins. Y al finalizarla tenía programado regresar, durante un tiempo más o menos prolongado, a la ciudad de Puerto Natales. Es cierto, mi madre y mis hermanos están en Santiago y siempre me harán un espacio en su hogar, pero como llevo más de diez años evadiendo la capital, en este preciso momento, no veo como opción la posibilidad de pasar la cuarentena en la ciudad. El caso de Aurora es similar, pues, considerando la incertidumbre a causa de la Pandemia, regresar a su casa en la comuna de Estación Central, no le sugiere un panorama muy alentador. Al menos aquí, en una pequeña villa de no más de ochocientos habitantes, la situación pareciera tener un cariz más optimista. Y, por ahora, nos encontramos mucho mejor y más seguros en Pumanque que en cualquier otro sitio.

 

Por la tarde nos reunimos con Claudia en la localidad de Colhue, para contarle sobre todos los pormenores a raíz de la emergencia sanitaria. Le planteamos sobre la posibilidad de decidir sí es o no prudente seguir con la ejecución del proyecto. Ya que, ante la contingencia, son muchas las modificaciones que habría que realizar. Le planteamos posibilidades que nos ayuden a continuar con los avances, sin exponernos a nosotrxs ni a la gente, a un posible contagio. Y le contamos que, con Aurora, hemos decidido seguir en la zona, al menos hasta fines de abril. La dirigente nos propone no congelar el proceso y seguir trabajando de forma remota. Le comentamos que va a ser complicado. Pero que, considerando la etapa en que nos encontramos, vale la pena intentarlo.

 

La primera medida que tomamos es repartir las piedras, materiales y pinturas para que, las personas que sigan involucradas en el proyecto, puedan avanzar sin tener que salir de sus hogares. Al regresar a Pumanque redacto un correo de respuesta al Ministerio de las Culturas y les planteo nuestra situación actual. Sabemos que va a ser difícil, y que ni siquiera la historiografía ni las experiencias pasadas nos han preparado para una crisis como ésta. Pero la determinación de Claudia, nos ha llevado a decidir continuar con la ejecución del proyecto. Quién sabe, si en la mayor adversidad, logra brotar la raíz de este árbol.

 

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